Tamara Tenenbaum: Las nuevas formas del amor

La obra que la hizo saltar a la fama fue El fin del amor, querer y coger en el siglo XXI, publicada en 2019, donde reflejó los cambios en las relaciones amorosas este nuevo milenio y el fin del amor romántico. El libro ya va por su novena edición en Argentina y su segunda en España y se convertirá en una serie de Amazon protagonizada por Lali Espósito.

Este año, Tamara Tenenbaum nos vuelve a interpelar a través de su primera novela: Todas nuestras maldiciones se cumplieron, de Emecé Editores, donde narra su historia personal y su crianza en la ortodoxia.

Además, en la sala Enrique Muiño de El Cultural San Martín estrenó Una casa llena de agua, su primera obra de teatro protagonizada por Violeta Urtizberea y con la dirección de Andrea Garrote.

Allí retoma la escena noventista desde la voz de Milena, una estudiante de Biología que empieza a trabajar como niñera en la casa de una familia acomodada y le cuenta a Angie, la bebé que cuida, su praxis y su visión del mundo.

Acerca de la autora:

Nació en Buenos Aires en 1989. Fue criada en un hogar judío ortodoxo. Su infancia transcurrió mayormente en el barrio porteño de Once, donde todavía vive su madre médica pediatra. Su padre era abogado y falleció en el atentado a la AMIA, cuando ella tenía 5 años.

Es licenciada en Filosofía egresada de la Universidad de Buenos Aires, donde se desempeña como docente. Enseña, además, escritura en la Universidad Nacional de las Artes. Como periodista colabora en La Nación, Infobae, Anfibia y muchos otros medios.

Es columnista en el DiarioAr, trabajo del que disfruta particularmente: "Me gusta mucho el espacio porque me permite construir de a poco una voz literaria, que es lo que más me importa. No una voz pública. Me da gimnasia porque al no tener tiempo, no me rearmo todas las semanas.

Es una búsqueda en la que confío en el instrumento que tengo. Siento que hacer una columna semanal se parece a improvisar y a ser sesionista contratado. Hay que resolver la tarea con las herramientas que uno tiene. Y confiar en que eso va a poder hacerse todas las semanas".

En 2017 publicó el libro de poemas Reconocimiento de terreno y en 2018 ganó el premio Ficciones al mejor libro de cuentos inéditos, otorgado por el Ministerio de Cultura, por el libro Nadie vive tan cerca de nadie (Emecé, 2020).

En 2019 publicó El fin del amor, querer y coger... un libro que fue muy debatido en redes y que se adentra en temas como la pareja y la soltería, el poliamor y las relaciones abiertas, las apps de citas y los ideales de belleza, el consentimiento y los escraches, la maternidad, en fin, un verdadero mapa de las complejidades afectivas y vinculares de la actualidad.

La autora coescribió los guiones de la serie con Érika Halvorsen y también tiene un crédito de productora ejecutiva: "Podría ser solo una palabrita, pero en realidad implica que estoy en muchas más decisiones. Por supuesto que no soy la última palabra. Voy al rodaje los días que trabajan cuestiones del judaísmo, aunque tengo la asesoría de un rabino epecialmente para eso", aclaró Tamara en una entrevista a Télam.

La novela:

En Todas nuestras maldiciones se cumplieron Tenenbaum narra una historia personal que es también generacional, atravesada por una tensión latente que moldea todos los vínculos. Mediante un estilo seco, irónico, con ramalazos de humor negro, la autora describe el clima de su infancia y su adolescencia dentro de la ortodoxia, y su ruptura simbólica y real con ese origen en busca de horizontes menos asfixiantes. Esa búsqueda traerá la promesa de la libertad sexual y del amor, pero también el desconcierto, la inadecuación a un mundo que ya no viene diseñado de antemano.

Fragmento:

"Le envidié la obediencia, lo fácil que le resultaba hacer las cosas que el mundo necesitaba que ella hiciera. En ese momento pensé que quizás de grande sería como ella, flexible y maleable, como el agua que toma la forma que haya que tomar para entrar en el espacio que le toca, pero no se me dio, al menos no todavía.

Escuché el ruido de frascos que se tapaban y se destapaban, el clic-clic de un lápiz de labios que se abría, el ch-ch-ch del dosificador del perfume que ya se había puesto antes. Estuve a punto de decirle que ya tenía suficiente, que nos iba a matar a todos de asfixia, pero no lo hice, en un gesto que me molestó que quedara solo para mí.

Todas nuestras maldiciones se cumplieron: tuve piojos hasta muy grande y todavía me los agarro cada vez que comparto ascensor con un chico de primaria o duermo en un hostel. Se los pasé a todos mis novios, y a los no-novios también. Mamá nunca se casó. En nuestro paquetito de desgracias entró la bendición de Dios: hace poco cobramos la indemnización por el atentado a la AMIA, en el que murió mi papá. Mamá, mis hermanas y yo somos ricas. Las únicas ricas de toda la familia".

Sobre el libro:

Su primera novela narra el tránsito a la madurez de una chica que creció en una comunidad judía ortodoxa hasta que una mañana de invierno, en el barrio porteño de Once, una bomba hizo estallar todas sus certezas.

Desde el padre muerto en el atentado en adelante, los hombres en esta novela aparecen en segundo plano, como afantasmados. Las mujeres, en cambio, poseen la fuerza de quienes tienen que salir adelante solas, con las limitaciones impuestas a su género. Pero la protagonista no está dispuesta a aceptar mandatos...

at Redacción Mía