La dependencia emocional es un apego excesivo hacia otra persona, en la que existe un miedo tremendo a que si el otro se va, "se acaba el mundo". Tal es así que muchas veces la persona afectada deja ser una misma, deja de estar con amigos, deja de cumplir sus sueños, siempre pendiente de qué pasa con el otro.
La química del beso, beneficios cuerpo-mente
No es una cuestión femenina ni masculina y muchas veces la dependencia emocional se vuelve tan excesiva y tóxica, que le hace mal tanto al otro como a la misma persona que lo está sufriendo.
¿Por qué sucede? Muchas veces se soportan situaciones que no nos hacen felices y, sin embargo, se sigue viviendo esa vida por miedo a que el otro se vaya, para no perderlo/a.
Los bajones en el estado de ánimo
Veamos ciertas situaciones que evidencian la dependencia emocional:
Masaje Tuina: Una terapia armonizadora
Tener miedo a decir que no, porque lo más probable es que la otra persona nos deje de querer.
8 respuestas sobre rejuvenecimiento vaginal
Hacer mucho esfuerzo por no contradecirlo/a. Realizar absolutamente lo que el otro quiere con tal de no perderlo/a.
Cuando uno está demasiado pendiente de sus redes sociales, likes, comentarios.
Aprender a soltar
Necesidad que mande mensajes todo el día de donde se encuentra y qué hace cuando no están juntos.
Cómo aliviar el dolor en las manos
Preferir sufrir a perderlo/a, aunque el otro/a sea negativo o agresivo.
También se puede evidenciar cuando, con un grupo de gente, importa demasiado lo que pueden pensar de la pareja. Si interesa más lo que piensan de esa persona que vos mismo, estás en una dependencia emocional.
Codependencia de las parejas:
A veces ocurre que se depende tanto uno del otro que la pareja se aísla del mundo, dejan de tener amigos propios para seguir a los amigos de la pareja.
Nuestra sociedad y el mundo que nos rodea fomenta muchísimo la dependencia emocional. Hasta podemos escuchar en algunas canciones que en las letras pareciera que la razón de la vida fuera la otra persona.
Amarse primero a uno mismo implica que uno quiere primero cuidar su espacio, su salud, su integridad, pero no sé que puedo cuidar de mí y puedo estar con un otro. Que el compartir no se convierta en dependencia.
Cómo superarse:
Primero, lo importante es ser consciente de esta dependencia. Podés formularte estas preguntas:
¿Qué cosas hacés por el otro negándote a vos mismo?
¿Dejás tus intereses por velar por los de la otra persona?
¿En qué cosas te negás a vos mismo siempre para que el otro tome prioridad?
¿Cuántas cosas estás aguantando solo para no perder a esa persona?
Tal vez sea bueno pensar también si el tóxico no es uno mismo...
Lic Flavio Calvo
Lic. en psicología, docente, tallerista y autor. MN: 66869.
@calvofl avio
Comentarios