Friday 29 de March de 2024
SALUD | 31-03-2022 12:22

Aprender a soltar

Agradecer, conectar con el mundo y sumar gente a nuestra vida son las tres claves para abandonar el pasado y enfrentar con espíritu renovado una nueva vida.

Todos hablan de soltar, parece que se puso de moda el concepto y entonces uno, que no sabe ni por dónde empezar, se siente dos veces mal: por un lado, porque duele y por el otro, por no saber cómo hacerlo. Nadie quiere soltar lo que algún día lo hizo feliz. Si pudiéramos, seríamos como esos niños que no sueltan ningún juguete y que los tienen todos juntos en sus brazos: la pelota, el muñeco, el autito y el chupete.

Ahora bien, al igual que les sucede a esos niños, si ocupamos las manos en retener, no podemos jugar con nada, no podemos disfrutar. Quizás ahora empieza a llegar la luz para entender de qué se trata soltar. Es poder dejar para sentir, dejar para ser feliz, dejar para conectar. Entonces soltar no es un acto de pérdida, es un acto de ganancia.

Soltar implica decir: “fue hermoso, fue mío, pero por alguna razón ya no me corresponde, ya no me hace bien, y sostenerlo no me hará merecerlo y, en consecuencia, poder disfrutarlo”.

Es crear un mantra propio, que explique que sostener no te hace tener y soltar tampoco te hace perder. Porque lo que tenemos es lo que nos corresponde, jamás es lo forzado. Por eso te sientes mal cuando lo retienes, porque es una forma de poseerlo sin merecerlo.

¡Y duele en el cuerpo dejar ir aquello que un día nos estalló el alma! Dejar ir eso que nos hace sentir bien. Pero retenerlo no es la forma de poseerlo, porque solo nos hace estallar el alma, aquello que nos corresponde.

Y entonces pensarás, ya entendí por qué debo soltar, pero ¿cómo hacerlo?

Tres pasos:

1. Poder decir gracias: Es la mejor forma de despedir a algo o a alguien de nuestra vida. Agradecerle lo bueno, recordar lo bueno y entender que si fuimos capaces de tener eso seremos capaces pronto de volver a generar momentos igual de hermosos con otra persona o en otro lugar. Porque todo lo que una vez pudimos hacer, podemos repetirlo.

2. Universalizar la situación: Entender que lo que nos pasa parece terrible porque es nuestro, pero en todo el mundo le ha pasado un montón de veces a otras personas y entonces entender que si mucha gente pudo volver a ser feliz después de vivir algo así, nosotros también podremos. Es una forma de encontrar aprendizaje en las experiencias del mundo. Que la comunidad nos sirva para impulsarnos y confiar en que es real que todo pasa y que un día el sol vuelve a brillar.

3. Invitar a tu vida a personas que te sumen, planes que te alegren y situaciones nuevas: Una despedida implica un duelo y aquí es donde nuestro entorno es un trampolín, todo eso que hicimos por otros o que somos para otros nos vuelve como un bumerang positivo, que viene a salvarnos. Los duelos son parte de la vida de todos, no tengas miedo de la palabra, transitarlo es una forma de vivir, de tener y de sentir la vida. Son tres pasos: agradecer, conectar con el mundo y sumar gente a nuestra vida. Y al terminar los pasos vas a comprender que soltar no es un acto de resignación, sino una forma de vida.

 

Gisela Giles

Escritora y Life Coach.

@giselagilges

at Redacción Mía

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