Desde hace semanas se observa un considerable aumento de casos de gripe A, del subtipo H3N2, en toda la Argentina, algo que no es habitual para esta época del año. Esto, según los especialistas, se debe a la disminución de la circulación del virus del covid, Sars-CoV-2 y al aumento de la movilización de los ciudadanos por el fin de las restricciones.
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Según los datos, la mayor distribución etaria de casos se da en pacientes jóvenes. El pico se da en las personas entre 15 y 34 años. Por suerte, la vacuna tiene protección para la variante de gripe o influenza que está circulando.
Síntomas:
Suelen confundirse con los del covid-19:
• Fiebre (por encima de los 39° C).
• Cansancio.
• Mucosidad y congestión nasal.
• Tos.
• Dolor de cabeza.
• Malestar muscular.
La única manera de llegar a un diagnóstico adecuado y descartar un posible contagio de gripe A o covid es con un hisopado negativo.
A diferencia de otras virosis respiratorias como el resfrío común, la gripe no comienza nunca con síntomas respiratorios como dolor de garganta sino con malestar general, debilidad, dolores musculares y fiebre. Uno o dos días más tarde aparece la tos y otros síntomas respiratorios. La cefalea (dolor de cabeza) también es un síntoma destacado. El cuadro dura unos siete días.
Aunque la mayor parte de los casos se resuelve espontáneamente, la posibilidad de complicaciones del tracto respiratorio inferior (neumonías gripales y bacterianas), así como la capacidad de precipitar complicaciones cardíacas y pulmonares en enfermos portadores de comorbilidades crónicas hacen de la gripe una enfermedad peligrosa, capaz de colapsar los servicios de salud periódicamente, con una pesada carga anual en términos de costos y fallecimientos. Por lo tanto, la prevención es un pilar fundamental.
Cómo se transmite:
Los virus de la influenza se transmiten de persona a persona, principalmente mediante la tos y el estornudo de personas infectadas.
El contagio se produce por contacto con gotas de saliva expelidas al toser o por medio de elementos contaminados como superficies, cubiertos, bombillas, platos. De este modo, la prevención consiste, en primer lugar, en la vacunación y también en el distanciamiento social para evitar ser alcanzado por las gotas de saliva expelidas por los enfermos. Por eso, vuelve a ser importante la costumbre de toser en el pliegue del codo, para limitar la difusión de estas gotas, lavarse las manos frecuentemente, no compartir cubiertos, platos, ni otros utensilios como bombillas. El barbijo también sigue siendo importante para la prevención.
En conclusión, las medidas de prevención son las mismas que veníamos realizando contra el covid.
Quiénes deben vacunarse:
Los grupos de riesgo que deben hacerlo son:
• Mayores de 65 años.
• Niños con enfermedades crónicas cardiovasculares o pulmonares.
• Niños y adolescentes (entre los 6 meses y los 18 años), que estén en tratamiento mantenido con ácido acetilsalicílico, por el riesgo de desarrollar síndrome de Reye tras la gripe.
• Enfermos diabéticos, afectados del corazón, pulmón, riñón, asma, anemia o cualquier otro paciente con problemas en el sistema inmunológico. Es decir, personas con enfermedades que podrían complicarse con la gripe.
• Profesionales sanitarios, profesores y, en general, todos aquellos que conviven con pacientes de riesgo y que pueden convertirse en un foco de contagio.
La vacunación ayuda a evitar la enfermedad o, al menos, a minimizar sus efectos. También es una forma de reducir las posibilidades de contraer gripe y covid-19 simultáneamente.
at Redacción Mía
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