Friday 26 de April de 2024
SALUD | 25-10-2021 09:29

Ansiedad flotante: Lo que debés saber

El cinco por ciento de la población la padece. Ante su aparición, no hay que preocuparse sino ocuparse consultando al especialista y realizándose los estudios pertinentes.

Alguna vez te ha pasado que te sentís en una situación de ansiedad permanente? ¿Te pasás un día tras otro con una preocupación constante? Este estado de incertidumbre es lo que hoy en día se conoce como ansiedad flotante. Esta se define como un miedo difuso y difícil de identificar, en el cual una persona se siente acorralada en un patrón conductual en el cual existe una preocupación recurrente y excesiva por todo lo que la rodea.

Hay muchas personas que tienen un miedo atroz a afrontar la realidad, a hacerle frente a los problemas, a las preocupaciones, a ver el mundo tal y como es. Esta sensación de pánico a enfrentarse a problemas futuros es lo que se denomina ansiedad flotante.

Se caracteriza porque la persona afectada está en un estado de alerta permanente, tiene sensación de nerviosismo e incomodidad todo el tiempo
Los psicólogos tienen un montón de recursos que te ayudarán a evitar que la ansiedad se adueñe de vos.

Sentir un miedo irracional:

Uno de los rasgos más característicos es ese miedo irracional. ¿Por qué se produce? Experimentar miedo es una emoción completamente natural e incluso, adaptativa, es la reacción del cuerpo ante una situación que nuestro cerebro identifica como "peligrosa". No obstante, la dificultad aparece cuando este miedo se activa ante situaciones que no son de riesgo.

Como consecuencia, la persona que lo sufre va limitando sus actividades de la vida diaria (porque estas le generan mucha ansiedad), lo que va potenciando y perpetuando el miedo. La ansiedad y el temor, por lo tanto, se ven confirmados y perpetuados por la evitación.

Se caracteriza porque la persona afectada está en un estado de alerta permanente, tiene sensación de nerviosismo e incomodidad todo el tiempo
El deporte, la alimentación y las técnicas de meditación son herramientas complementarias para hacer frente al miedo y focalizar la atención en lo correcto.

Síntomas frecuentes:

En algunos casos, la ansiedad flotante está íntimamente relacionada con el Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), ya que a menudo coinciden sus características y síntomas. Los más destacados son:

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Irritabilidad, que puede llevar a percibir las cosas de forma negativa.

Temblor en el cuerpo.

Sensación de ahogo, que puede producir desvanecimientos o mareos.

Aumento del pulso y del ritmo cardíaco.

Estar en estado de alerta todo el tiempo y sensación de nerviosismo e incomodidad.

Sentir presión en el pecho, palpitaciones o taquicardias. Puede ser una sensación leve o más intensa.

Mareos: pueden estar provocados por los síntomas anteriores. La persona describe una sensación repentina de mareo o aturdimiento, que puede ir acompañada de una sensación de desvanecimiento o desmayo.

Dolores de cabeza o musculares: en la ansiedad flotante, aumenta la tensión muscular, la cual, mantenida a lo largo del tiempo, puede provocar manifestaciones somáticas como los dolores.

Pérdida del sentido de la realidad: también llamada desrealización, es una sensación que experimentan algunas personas con ansiedad flotante. La persona puede llegar a sentirse como si entrase en un sueño o se alejase de su cuerpo. Este síntoma, a menudo se vive de una manera muy negativa y genera mucha angustia a la persona que lo sufre.

A veces, las personas con ansiedad flotante, comienzan a evitar cada vez más actividades, reduciendo su círculo de interacción. Esto las hace sentirse más seguras, pero lo único que logran es que el miedo crezca cada vez más.

Pautas para abordar el problema:

Puede resultar beneficioso compartir lo que se siente con las personas más allegadas y de confianza.

Sin embargo, más allá de ese apoyo, la psicoterapia es fundamental. Luego de una evaluación exhaustiva de la sintomatología que experimenta la persona, junto con las creencias y pensamientos que la acompañan, el psicólogo podrá facilitar herramientas psico terapéuticas al paciente para aprender a manejar la ansiedad y tener bajo control sus actividades de la vida diaria.

Al mismo tiempo, y dependiendo de la limitación e intensidad de la sintomatología, puede ser necesario acompañar la psicoterapia con tratamiento psicofarmacológico.

El psicólogo ayudará a entender lo que le ocurre a quien sufre esta ansiedad y le facilitará herramientas y recursos psicológicos para que los síntomas estén bajo control.

Es importante que estos no se alarguen demasiado en el tiempo, para reducir las conductas de evitación y las limitaciones que produce, por lo que pedir ayuda profesional es siempre la mejor opción.

La psicoterapia mejorará la calidad de vida de la persona y permitirá retomar la normalidad en su vida.

No son todas iguales:

• Ansiedad debido a un shock o por estrés postraumático: es la provocada por un trauma o un episodio violento, como tener un accidente, ver un asesinato, etc.

• Trastorno de ansiedad social: consiste en un temor infundado a situaciones sociales provocado por el miedo a que nos critiquen, se rían de nosotros o se produzca alguna situación incómoda.

• Agorafobia: es el miedo a los espacios abiertos y a que suceda algo que cause incomodidad o no poder recibir ayuda.

• Ansiedad producida por el consumo de alcohol o drogas.

• Trastorno obsesivo-compulsivo: es pensar de manera obsesiva si hemos hecho u olvidado algo.

• Ataques de pánico: son manifestaciones de temor extremo que se desarrollan durante un corto periodo de tiempo.

 

 

at Redacción Mía

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