El skimming (del inglés to skim, leer con fluidez, deslizar) es una estafa que consiste en la captura de los datos de la banda magnética de las tarjetas con las que se hacen transacciones en los cajeros bancarios donde los clonadores, minutos antes, colocaron un dispositivo técnico especial, para grabar a los clientes, y obtener la información.
Para leer datos, se utilizan skimmers, dispositivos especiales que se conectan directamente al cajero automático, así como a cualquier ranura receptora del lector de tarjetas.
Luego, en sistemas computarizados que montan en sus domicilios revisan la información y las imágenes y obtienen las claves de los clientes. Una vez recibidos los datos de la tarjeta, pueden copiarlos y retirar todo el dinero.
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Existen bandas que le venden la información y las tarjetas a otras bandas que solo hacen la segunda parte del delito: ir a los cajeros, introducir las tarjetas con las claves magnéticas (pueden ser SUBE o de las que se entregan en los video juegos de los shoppings o cualquier tipo de carnets) y colocar las claves. Luego, pueden hacer extracciones o transferencias a cuentas de terceros.
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Su modus operandi es triangular el dinero. A veces lo transfieren a una segunda cuenta y los segundos, a una tercera, lo que les hace muy difícil seguir la ruta del dinero a los investigadores. Los más profesionales, además, realizan compras por internet.
Volver a empezar.
Dónde está el peligro:
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Los estafadores pueden instalar lectores de banda magnética portátiles en hoteles, cafés, restaurantes y tiendas.
Cómo evitar sentirse despreciado
Los skimmers generalmente se fabrican en forma de una almohadilla especial en el lector de tarjetas y funcionan con baterías en miniatura. Son de dos tipos. Algunos acumulan información sobre diferentes usuarios, mientras que otros transmiten inmediatamente datos sobre tarjetas a los estafadores mediante un canal de radio o mediante una tarjeta SIM incorporada a través de redes móviles.
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El fraude es posible cuando un vendedor, un camarero o persona solicita una tarjeta a un comprador o cliente. En este momento, lo pasa por un lector, que se encuentra junto a la terminal de pago y fuera de la vista.
El skimming en línea funciona con software malicioso. Los cajeros automáticos durante las operaciones con tarjetas pueden transferir datos de la banda magnética en forma abierta. Si la conexión de red entre el cajero automático y el procesamiento no está protegida por encriptación, los estafadores pueden “ver” el tráfico a través de superposiciones especiales.
También pueden utilizar la ingeniería social para infiltrarse en las computadoras de los empleados bancarios y obtener información sobre las operaciones de los cajeros automáticos.
Una historia personal
En Argentina, el skimming es un delito que suelen realizar bandas de extranjeros. En especial, de Ucrania, Bulgaria, Perú, Venezuela, Colombia y Brasil. Hace años que son detenidos en distintas provincias del país.
Para evitar ser víctima:
Una de las mayores medidas de seguridad para prevenir este tipo de delitos es tapar el teclado del cajero automático con la mano menos hábil, mientras se coloca la clave de la tarjeta, recomiendan los investigadores.
Para no perder dinero, cumplir, además, con estas reglas simples:
Utilizar terminales y cajeros automáticos que se encuentren en sucursales bancarias u otras instituciones protegidas.
No ir a cajeros automáticos desconocidos.
Antes de insertar una tarjeta en un cajero automático, revisarlo.
No decirle a nadie el código PIN.
No entregar la tarjeta a extraños.
No almacenar sus datos en por ejemplo, la PC de la oficina.
No expresar estos datos por teléfono si llama un “empleado del banco”.
Al perder la tarjeta, llamar inmediatamente al banco para bloquearla.
Comprobar periódicamente los datos de pago en aplicaciones bancarias.
Conectar el servicio de información por SMS sobre transacciones con tarjeta.
Emitir tarjetas solo con chip.
Establecer un límite para la emisión de fondos por día y por operación.
En el extranjero, retirar dinero solo en sucursales bancarias.
Si es posible, usar NFC en el teléfono conectando Apple Pay, Samsung Pay o Android Pay.
Como opción de seguridad adicional, también se puede instalar una de las aplicaciones Skimmer Scanner que verifica las transmisiones Bluetooth para descubrir dichos dispositivos.
at Redacción Mía
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