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SOCIEDAD | 06-04-2021 16:21

Organizarse para rendir mejor en el trabajo

Con la llegada de la pandemia y la repentina instalación del teletrabajo, mucha gente ha tenido que adaptarse de golpe a nuevos horarios, reuniones virtuales y una oficina en casa, con los hijos alrededor. ¿Cómo rendir en este nuevo escenario?

Muchos trabajadores corren una carrera de resistencia. Dan todo el tiempo lo mejor de sí trabajando siempre al límite de su propio rendimiento. La pregunta que cabe hacerse es: ¿debe ser esto así? ¿O también es posible, cada tanto, bajar un cambio?.

Desde el punto de vista legal, el trabajo del empleado no tiene que ser objetivamente bueno, pero el empleado sí debe, subjetivamente, hacer lo mejor posible.

Sin embargo, si el empleador considera que el empleado no se esfuerza lo suficiente, puede despedirlo, aunque el mal desempeño suele ser bastante difícil de medir y demostrar de forma objetiva.

Un mal desempeño no significa tener un mal día o una mala semana en la que se rinde menos. Muchas veces, estos problemas se solucionan con más apoyo en la labor.

Para el coach alemán y autor de libros sobre el tema Jochen Mai, es importante que los jefes le reconozcan el rendimiento a sus empleados en el sueldo, de modo de que ser productivo tenga recompensa.

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"Para muchos jefes sigue siendo importante ver al empleado ocupado y presente, ya que consideran estas cosas indicadores de productividad", señala.

Es decir: si se termina el trabajo en menos tiempo que el estipulado, es conveniente hacerse el ocupado. De lo contrario, según Mai, lo más probable es que le encomienden a uno otra tarea, por lo que el rendimiento será castigado más que reconocido.

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Redefinir los horarios:

Mai, fundador de la plataforma alemana Karrierebibel (Biblia de la carrera) cree que lo mejor es fijar objetivos con un plazo realista en vez de prescribir horario de trabajo fijos. "Y quien termina un trabajo después de seis en vez de de ocho horas, se puede dedicar al ocio y listo", explica.

Si el empleado quiere ir compensando por su propia cuenta, sin fijar reglas sobre el tiempo de trabajo en el contrato, puede surgir un problema, según advierte la abogada alemana Nathalie Oberthür.

En su opinión, el empleado que trabaja menos horas de las que estipula el contrato puede ser despedido, por más que haya hecho horas extra en otro momento para compensar los días en que se fue antes.

El rendimiento también puede depender del tipo de trabajo en vez del tiempo de trabajo. "Uno se puede permitir también días más tranquilos", dice la psicóloga y coach alemana Kristine Qualen. Afirma que hay días en los que, simplemente, no es posible abordar tareas más complejas.  En esos días, se puede invertir el esfuerzo en hacer tareas más rutinarias o simples, como archivar, limpiar datos, resolver pequeñas tareas. "Todas esas cosas que deben hace colegas son más rárse en algún momento son ideales para estas fases", asegura. "Ya sea que se cumple con una tarea enorme o muchas chicas, las dos cosas se traducen en rendimiento", explica.

Nivel de rendimiento en el equipo:

Jochen Mai recomienda que quien observa que sus colegas son más rápidos que él debería mantener algunas conversaciones. Se puede preguntar por ejemplo en el equipo qué hacen distinto los demás. A veces se trata de un problema de organización. "Por ejemplo, cuando no se domina bien el equipamiento técnico con el que se trabaja", dice el experto. En su opinión, vale la pena invertir en uno mismo. "Esto ayuda a hacer mejor el trabajo y también aumenta el propio valor en el mercado", añade.

También se puede dar el caso a la inversa: el propio rendimiento es mayor y se termina con el trabajo antes que los colegas. En esos casos, se puede optar por ayudar a los demás, pero sin permitir ser usado. "Para algunas personas es importante aprender a decir que no", explica.

Qualen señala otro problema en relación con el rendimiento y la presión y diferencia entre la imagen propia y la ajena. "Quien hace algo que implica una fuerte autosuperación se esfuerza mucho", explica Qualen. "Pero eso no va de la mano de un buen resultado medible o de que los demás vean y valoren el esfuerzo", indicó. Esto puede ser, por supuesto, una gran desilusión. Por eso recomienda en estos casos intentar asumir tareas que son más fáciles para uno o tratar de encontrar la forma de rendir más.

Contra el desgano:

 A raíz de la pandemia del coronavirus y las restricciones asociadas con ella muchas personas se sienten desganadas y ni siquiera encuentran aliciente en el trabajo. Se trata de "una situación complicada, porque si uno se aburre durante el día, todo tiende a empeorar", señala Andrea vorm Walde, que trabaja como coach y terapeuta en Hamburgo.

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Ejercitarse: La actividad física nos saca de la inercia y el desgano.

¿Qué puede ayudar en esta situación?

Actividad física: La forma más rápida para salir del agujero es ponerse en movimiento, aconseja la experta: "Cualquier tipo de ejercicio contrarrestará el desgano. Realizar actividades que en principio no tienen nada que ver con nuestro trabajo potenciarán nuestra disposición general", indica. Puede tratarse de un paseo o correr al aire libre y luego hacer lo que haya que hacer para desactivar la inercia. "Superar esa pereza nos da satisfacción y nos permite volver a ser más optimistas", afirma Walde.

Un café digital: A muchos de los que teletrabajan les falta también ese otro factor de motivación que es el contacto con los compañeros. "En ese caso, hay que buscar sin falta la conversación. Por ejemplo consultando si, a pesar de la distancia física, se puede llevar a cabo un proyecto conjunto o buscar las impresiones sobre las medidas que se están tomando ", recomienda Vorm Walde.

 

at Redacción Mía

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