Muchas mujeres desconocen la posibilidad de mejorar su confort sexual y pasan años soportando dolor y malestar porque creen que su problema no tiene solución, porque piensan que este tipo de padecimientos son parte de la normalidad, o por considerar que su trastorno no es una prioridad en el cuidado de su salud.
Sin embargo, la medicina sexual moderna revela la estrecha relación que existe entre los aspectos psicológicos, biológicos y sociales de la salud sexual y ginecológica, de tal modo que, cuando estos problemas que afectan tanto su cotidianidad se resuelven, la vida de esa mujer mejora significativamente.
Soluciones a varios problemas:
Existen tantos tratamientos como dolencias en las pacientes y los actuales enfoques interdisciplinarios promueven una ágil dinámica de diagnóstico y resultados más eficaces. Trastornos como las disfunciones sexuales, el dolor coital, la sequedad vaginal y las molestias causadas por alteraciones en la anatomía genital tienen hoy distintas opciones de tratamiento.
Los trastornos son funcionales cuando lo que está alterada es la función y no la anatomía. No obstante, cuando la anatomía es la que está alterada, aunque no sea demasiado notoria o molesta, puede generar tanta preocupación y estrés en la mujer, que la función también termina comprometiéndose y llega a influir de manera negativa en su actividad social y laboral.
Situaciones como la alteración de la anatomía vaginal y vulva, las cicatrices post parto, o el envejecimiento de los tejidos del aparato genital con pérdida del tono y de la elasticidad, tienen un amplio rango de soluciones posibles, no quirúrgicas, que se realizan en el consultorio y tienen gran eficacia.
Opciones de tratamientos:
Láser vaginal: es un dispositivo que se introduce por vía vaginal, de un diámetro menor al del transductor del ecógrafo con el que se realizan las ecografías ginecológicas, que emite una luz a una frecuencia determinada, la cual estimula las células de las paredes vaginales y produce una regeneración de los tejidos y reconstitución de su anatomía previa. Como resultado, el dolor y la sequedad desaparecen en un 94 por ciento de las veces. El tratamiento es indoloro, sin salir del consultorio.
Plasma rico en Plaquetas (PRP): para el tratamiento de la vagina y vulva, aporta un rejuvenecimiento externo (la piel se alisa, gana tonicidad por síntesis de colágeno) y recupera su coloración normal, a la vez que el mismo plasma aplicado cerca de la zona del clítoris o del punto G mejora mucho la sensibilidad y el placer sexual.
Este procedimiento dura aproximadamente 40 minutos y consiste en obtener plasma rico en plaquetas a través de una simple extracción de sangre y, mediante técnicas de aplicación especial, se realiza el procedimiento con anestesia local para mayor confort. Es un procedimiento seguro, económico y que resulta altamente satisfactorio para las pacientes.
Implante de ácido hialurónico: el punto G no es un mito, existe y es muy importante para el placer sexual, pero con el correr de los años pierde volumen y sensibilidad. Este implante permite aumentar su volumen (ofrece un acceso más fácil al mismo), mejora su vascularización y así, su sensibilidad. Es un procedimiento breve, duradero y muy efectivo para optimizar la sexualidad.
Estos procedimientos, potenciados por un tratamiento sexológico orientado al objetivo específico, garantizan resultados notables, duraderos y un estado de plenitud en las mujeres, no importa en qué década de la vida se encuentren.
Para despejar todas las dudas e inquietudes, el 25 de marzo a las 19 horas en el instagram @halitusestetica, la doctora Beatriz Literat y el doctor Emiliano Labate del departamento de Salud Gineco -Sexo-Estética de Hálitus Instituto Médico, estarán realizando un vivo sobre esta temática
Una sexualidad plena y saludable:
La vida adulta, en especial cuando los hijos ya son grandes o se han ido del hogar, es un momento de redescubrimiento de la pareja que, con la experiencia y el mayor tiempo disponible pueden acceder a una verdadera segunda “luna de miel”, muchas veces, mejor que la primera.
Hay personas que inician nuevos vínculos en esta etapa de la vida y concurren a la consulta medica porque quieren entender mejor su propia sexualidad y aprender cosas que no saben y que desean compartir con su pareja.
Una persona que se encuentra en buen estado general de salud, que puede disfrutar de una sexualidad plena con su pareja, gracias a que ambos han alcanzado un nivel de comprensión de la vida que les permite encontrar soluciones cuando aparecen problemas, sin sentir que no alcanzan las expectativas que se habían planteado una década atrás, es una persona que disfruta de una sexualidad saludable.
Fuente: Dra. Beatriz Literat, MN50294 y
Dr. Emiliano Labate, MN 136.432
Hálitus Instituto Médico (halitus.com)
at Redacción Mía
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