Friday 19 de April de 2024
SALUD | 08-09-2021 10:56

Cómo tratar un flemón dental

Es una infección bacteriana que genera una acumulación de pus junto a la raíz de un diente o muela. Causa dolor e inflamación del rostro. Precisa una consulta urgente al odontólogo.

Es uno de problemas bucales más frecuentes y dolorosos, y de los que genera más visitas al odontólogo. Se trata de la acumulación de pus o de material infectado que se produce junto a un diente o una muela, cuya raíz ha quedado afectada por una infección bacteriana.

Esta inflamación puede tener su origen en diferentes causas como:

La existencia de una caries profunda que causa la muerte del tejido interior de las raíces dentales.

Padecer una enfermedad periodontal, como gingivitis o periodontitis. Estas patologías infecciosas afectan a las encías y el hueso que sujeta los dientes.

Sufrir una pulpitis: una inflamación que afecta a la pulpa del diente (el tejido blando que contiene los nervios y los vasos sanguíneos).

El signo más evidente del flemón es sufrir un dolor de dientes o muelas agudo, intenso y pulsátil (como un latido). La infección puede provocar fiebre, sensibilidad dental y halitosis.

Aunque padecer un flemón no reviste gravedad, sí es necesario administrar un tratamiento rápidamente porque, al ser una infección, podría llegar a ser peligrosa si no se combate.

Tratamiento:

El odontólogo como primera medida combatirá la infección, el dolor y la inflamación. Para ello prescribirá antiinflamatorios y/o analgésicos para aliviar los dolores y la hinchazón, y antibióticos de amplio espectro para acabar con la infección. Nunca tomes antibióticos por tu cuenta, te lo debe recetar el especialista.

También se puede recomendar la realización de enjuagues bucales con agua tibia y sal para reducir la inflamación y favorecer el drenaje del pus acumulado en el flemón. Si hay hinchazón de la cara, también puede aplicarse frío en la mejilla para bajar la inflamación.

Medidas preventivas:

Como en la mayoría de las enfermedades bucales, la mejor forma de remediarlas es empezando por mantener una buena higiene bucal: un correcto cepillado y el uso de hilo dental, por lo menos, dos veces al día.

También es importante no faltar a las consultas periódicas con el dentista, que se recomienda hacer cada seis meses o, como mínimo, una vez al año.

 

 

 

 

at Redacción Mía

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