Wednesday 4 de December de 2024
SALUD | 19-11-2021 13:37

Cómo aumentar la autoestima en los chicos

¿Sentís que tu hijo no está contento? ¿Cuando interactúa con otros niños, solés verlo cabizbajo? Si esto es así, podría estar sufriendo de baja autoestima. Cómo ayudarlo.

A veces, es fácil notar cuándo los niños parecen sentirse bien consigo mismos y cuándo no. Normalmente, describimos esta idea de sentirse bien con uno mismo como "autoestima". Los niños con una buena autoestima se sienten valorados, aceptados y seguros.

Tienen orgullo de lo que son capaces de hacer, piensan cosas buenas sobre sí mismos y creen en ellos. En cambio, los niños con baja autoestima son críticos y duros consigo mismos, sienten que no son tan buenos como otros niños, piensan más en sus fracasos que en sus éxitos, carecen de confianza y dudan de que puedan hacer las cosas bien.

¿Por qué es importante la autoestima? Los niños que se sienten bien con ellos mismos tienen la confianza necesaria para probar cosas nuevas. Es más probable que hagan su mayor esfuerzo. La autoestima ayuda a los niños a aceptar los errores, a volver a intentar, incluso si fracasan la primera vez. Como resultado de esto, contribuye a que los niños tengan un mejor desempeño en la escuela, en el hogar y con los amigos.

Consejos para fomentarla:

Crear un clima que permita la comunicación y que se sienta escuchado por sus padres.

La serenidad, el afecto y la estabilidad de los adultos permiten establecer una situación de seguridad para los niños.

Ofrecerle y fomentar su autonomía e independencia para que gane seguridad en sí mismo, y no busque de forma constante la reprobación del adulto. No sobreprotegerlo.

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Enseñarle a marcarse objetivos asumibles. Es importante motivarlo a que tome decisiones, asuma riesgos y se responsabilice por ellos. No privarle de cometer errores.

No fijarnos solo en aquello que no nos gusta o el chico hace mal. Hay que utilizar el refuerzo positivo: dar importancia a lo que hace bien y alentarlo con palabras cariñosas y mimos.

No hacer juicios de tipo despreciativo ("sos un tonto"), ni tampoco generalizaciones ("siempre lo hacés mal"). Las aprobaciones y críticas deben ir dirigidas a su conducta y comportamiento, nunca a su persona.

Poner límites claros y mantenerlos, de manera firme pero siempre con actitud serena, no excesivamente autoritaria.

Aceptarlo y respetarlo como es, porque solo así aprenderá a aceptarse y respetarse.

Transmitirle que es una persona única e irremplazable.

 

at Redacción Mía

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