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JARDíN Y MASCOTAS | 03-07-2019 21:44

El árbol del amor

En la época del Imperio bizantino era uno de los árboles que en mayor número crecían en Constantinopla, en las riberas del Bósforo. Su color morado purpúreo era el predilecto de los emperadores bizantinos, por tal razón sus vestidos y tocados eran de este color, de uso exclusivo de la familia imperial. En la actualidad, en la antigua ciudad de Constantinopla, ahora Estambul, se siguen viendo gran cantidad de estos árboles, y se lo considera como un símbolo que identifica a la ciudad.

También se lo conoce como "árbol de Judas", porque, según cuenta la historia, Judas Iscariote se suicidó ahorcándose en uno de ellos, después de haber traicionado el amor de Jesús.

Ofrece una llamativa y densa floración al principio de la primavera, cuyas flores, una vez secas, permanecen en el árbol largo tiempo. Son hermafroditas, dotadas de estambres y pistilos. También posee frutos, en largas vainas, que aparecen durante el invierno, y suelen emplearse como astringentes.

Suculentas: No excederse con el riego. Se recomienda hacerlo solo cada 10 a 15 días.
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Las flores tiernas son comestibles y pueden ser consumidas en ensalada y, en algunas zonas, los brotes florales se preparan en escabeche.

El primer paso es vaciar la pileta, limpiarla de hojas y suciedad y dejarla secar. Luego, se procede a realizar las reparaciones
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Árbol de jardín, por su sombra y floración, es apto para la formación de setos altos. Crece en todo tipo de terrenos, pero necesita posiciones bien soleadas.

Tiene una larga raíz central, por lo que sufre mucho con los transplantes. Se debe plantar en su sitio definitivo en primavera, antes de que broten la yemas.

Los árboles adultos tienden a inclinarse, necesitando a veces apuntalamiento en las ramas o ser renovados.

Aunque soporta bajas temperaturas, prefiere el clima cálido y requiere exposiciones muy luminosas.

Necesita suelos calizos, profundos y muy bien drenados. Resiste bien la sequía, pero no soporta el encharcamiento.

No tolera las heladas prolongadas y sufre con el viento porque puede partir los tallos, facilitando así la pudrición del árbol. Las ramas afectadas se eliminarán al final del verano.

La poda puede ser necesaria para darle una forma armoniosa, o bien para que adopte la estructura de pequeño arbusto. De los rebrotes se eligen hasta cinco para crear otra ejemplar. También se desmocha para reducir su volumen y para que las flores estén más visibles.

La siembra es fácil por semilla en otoño o por esquejes semileñosos o retoños basales en verano.

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