Friday 19 de April de 2024
JARDíN Y MASCOTAS | 21-01-2022 10:57

Tos de las perreras, el mal de las guarderías

Es uno de los riesgos de dejar a los perros en residencias caninas. Aunque no reviste gravedad, es muy contagiosa. La mejor protección es la vacuna.

Estamos en época de vacaciones y son muchas las personas que optan por dejar a su mascota en guarderías durante el tiempo que están fuera de su casa. Sin embargo, hay que saber que los perros pueden estar expuestos en esos lugares a la tos de las perreras, un síndrome muy contagioso que se disemina fácilmente en lugares con muchos perros como guarderías y criaderos.

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La mejor forma de prevenirla es la vacunación del perro a los seis meses de edad. Además, la revacunación anual es fundamental, sobre todo, en canes que acuden a residencias caninas o están en contacto con muchos perros de manera habitual.

Esta enfermedad se disemina fácilmente en lugares con muchos perros, como residencias caninas y criaderos

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Signos de la enfermedad:

La tos seca e intensa es el principal síntoma de esta afección canina. La expectoración que experimenta el perro es tan intensa que puede expulsar espuma blanca por la boca y vomitar de manera esporádica. También puede presentarse sin fiebre o con tos moderada. En estos casos, la enfermedad remite sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, en otras ocasiones el perro tiene fiebre y cúmulo de flemas color verdoso, además de la persistente tos seca. Frente a este cuadro clínico, el veterinario tiene que aplicar un tratamiento que ayude a que los síntomas remitan.

Cómo se trata:

Los antibióticos y jarabes contra la tos suelen ser los medicamentos recetados por los veterinarios para tratar la tos de las perreras. El tratamiento de esta enfermedad es de carácter sintomático. Es decir, cada perro que padece esta patología presenta unas señales distintas y, por lo tanto, precisa una medicación diferente. Una vez que se comienza el tratamiento lo habitual es que los síntomas remitan en una semana.

En cualquier caso, si el perro enfermo convive con otros canes, hay que procurar aislarlo del resto, porque se trata de una enfermedad contagiosa. La tos de las perreras se transmite a través de las bacterias que el perro expulsa por la boca al toser.

Esta enfermedad se disemina fácilmente en lugares con muchos perros, como residencias caninas y criaderos

Cuidados:

Determinadas pautas por parte de los dueños del perro enfermo ayudan a que el can se recupere de la dolencia:

Evitar fumar en casa ayuda a que el perro no tenga la garganta irritada y le provoque más tos.

Respirar vapor con esencia de eucalipto o menta también alivia las molestias provocadas por la tos. La manera de hacerlo es colocar un recipiente con agua muy caliente con esencias de estas hierbas donde duerme el perro. El vapor que se emana ayudará a calmar su tos.

El ejercicio físico no es recomendable para un perro que sufre tos de las perreras. El aire que atraviesa rápido la garganta a causa de la respiración acelerada, consecuencia del ejercicio físico, irritará las vías respiratorias y provocará más tos.

El collar en el cuello del perro a la hora del paseo también puede provocar irritación en la garganta. Un truco para aliviar las molestias que puede causar es sustituirlo por un arnés o por un pañuelo sujeto al cuello, donde poder enganchar la correa del can.

El perro se puede bañar mientras está convaleciente de la tos de las perreras, pero es fundamental secarlo muy bien. En caso de que se moje con la lluvia también se debe eliminar muy bien la humedad del pelaje.

Para prevenir la enfermedad hay ciertas pautas que se pueden llevar a cabo para evitar que nuestro amigo de cuatro patas se contagie:

Evitar el contacto con perros enfermos o sospechosos de tener la enfermedad.

No exponerlo a cambios de temperatura extremos (sobre todo los que ocurren en otoño e invierno).

No darle agua excesivamente fría.

at Redacción Mía

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