El agapanto, flor del amor o corona del rey, es una planta que posee unas largas varas que pueden alcanzar el metro o metro y medio de altura y que culminan en hermosas flores. Sus hojas son largas, con un follaje intenso y compacto, y sus raíces son tuberosas. Mantiene sus hojas todo el año y es perfecta para cubrir la tierra. Lo más atractivo son sus flores en colores azul intenso o blanco, reunidas en umbelas de 20 a 30 flores que aparecerán a finales de primavera o verano. Suele tardar de dos a tres años en florecer.
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Su cultivo:
Si vas a plantarla en el jardín procurá hacerlo a pleno sol ya que florecerá más y mejor, aunque si tu jardín está en una zona muy calurosa lo mejor es ponerla en semisombra. En invierno deberás proteger sus raíces del frío con un buen acolchado.
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Para ponerla en maceta, hacer una mezcla de compost y alto contenido de arena, para favorecer el drenaje. Las raíces del agapanto no necesitan demasiado lugar para desarrollarse bien.
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Durante la época de crecimiento y floración, esto es en primavera y verano, hay que regarlo abundantemente pero sin excesos, sin encharcar el terreno. Tratar de que la tierra esté siempre ligeramente húmeda. En otoño e invierno solo tendrás que regar el agapanto cuando la tierra esté seca.
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Si querés que la planta florezca con fuerza al llegar el verano, es importante aportarle una buena cantidad de nutrientes. Cuando el invierno esté tocando a su fin proporcionarle abono orgánico como, por ejemplo, estiércol o hummus. Después, a mediados de la primavera, hay que comenzar a abonar la planta cada 15 días con un fertilizante líquido bajo en nitrógeno diluido en el agua de riego. De esta forma se estimulará la floración y tus agapantos se convertirán en todo un espectáculo de belleza y color en verano.
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Cómo multiplicarlo:
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Conseguir nuevas plantas a partir de tu agapanto es una tarea bastante sencilla si lo hacés mediante la división del rizoma a finales del verano. Te damos los pasos a seguir:
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Para empezar, extraé la planta y dejá expuestas las raíces.
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Dividí la planta en varias partes, de forma que cada trozo de la raíz tenga al menos un brote.
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Plantalos en una maceta, o en la tierra del jardín, procurando que tenga un buen drenaje.
Regá de forma abundante y así en poco tiempo obtendrás nuevas plantitas de esta hermosa especie.
at Redacción Mía
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