Los robots aspiradores se han convertido en uno de los electrodomésticos más demandados en el hogar ya que facilitan la limpieza y ahorran tiempo. Desde 2002, el año en el que la empresa iRobot puso la primera Roomba en el mercado, las opciones para hacerlo se han multiplicado. También su efectividad.
Alfombra pintada en el suelo
Las primeras aspiradoras robot, por ejemplo, eran relativamente tontas. Solo podían sentir cuándo chocaban con un objeto y alterar el curso en función de ello para tratar de cubrir todo el suelo de la casa con un patrón más o menos regular.
Hoy en día, en cambio, muchos modelos tienen avanzados sistemas de visión y algoritmos de inteligencia artificial que les permiten reconocer y evitar obstáculos durante las sesiones de limpieza. Algunos son capaces también de fregar los suelos, no solo aspirar, o incluso vaciar el depósito de polvo de forma automática al terminar cada pasada.
Ahorrar tiempo y dinero en una mudanza
Para evitar tener que acomodar toda la casa antes de poner en marcha el robot, se aconseja mantener la vivienda ordenada. Cuanto más libre de objetos esté el suelo, más rápido será el proceso de limpieza. Medias tiradas por el suelo, el periódico del día anterior o juguetes pequeños pueden dificultar el aspirado y provocar una avería en el aparato. La gran ventaja de los robots aspiradores es que aumentan la frecuencia de la limpieza y pueden ser programados para ser utilizados a diario y a toda hora.
Puertas de granero de madera
Los dispositivos más modernos encuentran por sí mismos el camino de regreso a la estación de carga cuando se quedan sin batería. Algunos de ellos incluso continúan aspirando en el mismo lugar donde habían dejado de hacerlo.
at Redacción Mía
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