El mensaje del yoga para promover el bienestar físico y mental de la humanidad nunca ha sido más relevante. Durante la pandemia se ha observado una tendencia creciente de personas de todo el mundo que adoptan esta práctica para mantenerse saludables y rejuvenecidos y para luchar contra el aislamiento social y la depresión.
La química del beso, beneficios cuerpo-mente
El yoga también está desempeñando un papel importante en la atención psicosocial y la rehabilitación de los pacientes con covid-19. Reconociendo este importante papel del yoga, la conmemoración de este año se titula "Yoga para el bienestar", o lo que es lo mismo, cómo la práctica del yoga pue de promover la salud integral de cada individuo", afirma en su página web las Naciones Unidas acerca de esta práctica física, mental y espiritual de tradición antigua, que se originó en la India. La palabra "yoga" proviene del sánscrito y significa unidad porque simboliza la unión del cuerpo y la mente.
Beneficios:
Aumenta la flexibilidad: es el primer beneficio visible del yoga. A poco de ejercitarse, se nota un aumento de la flexibilidad y, de repente, las posturas que parecían imposibles comienzan a parecer más sencillas. También los dolores empiezan a desaparecer.
Favorece el drenaje linfático: cuando se contraen y estiran los músculos, se mueven los órganos y se adoptan diferentes posturas que aumentan el drenaje linfático. Dentro de nuestro organismo, este sistema se encarga de luchar contra las infecciones, destruir las células cancerígenas y eliminar los productos de desecho celular.
Fortalece los músculos: además de estar más bellos, unos músculos fuertes nos protegen de enfermedades como la artritis y el dolor de espalda. También previenen las caídas en personas de edad.
Mejora el estado cardiovascular: estudios realizados han demostrado que la práctica del yoga ralentiza el ritmo cardíaco, aumenta la resistencia muscular y la saturación máxima de oxígeno durante el ejercicio físico, al igual que el resto de las actividades aeróbicas.
Disminuye la presión: estudios realizados en personas con hipertensión comprobaron que la postura de relax de Savasana (acostado) se relacionó con una disminución en la presión máxima y mínima.
Ayuda a mantener un peso saludable: su práctica ayuda a quemar calorías, al mismo tiempo que puede enseñar a comer con más conciencia.
Fortalece los huesos: los ejercicios de sostenimiento de peso mejoran los huesos y ayudan a retrasar la osteoporosis. El yoga aumenta la densidad ósea en las vértebras, ya que reduce los niveles de la hormona del estrés –el cortisol- y esto favorece la fijación de calcio.
Baja los niveles de colesterol malo y diabetes: el yoga disminuye el nivel de azúcar en sangre y el LDL (colesterol malo), mientras que aumenta el HDL (el “bueno”). En pacientes con diabetes, favorece la pérdida de peso y mejora la sensibilidad a los efectos de la insulina. De esta manera, se reduce el riesgo de padecer complicaciones diabéticas.
Relaja la musculatura: la práctica de yoga favorece el desarrollo de la capacidad de percibir en qué lugares del cuerpo se acumula la tensión. De esta manera, se vuelve más fácil liberarse de ella, disminuyendo la fatiga muscular y el dolor común en hombros, cuello, espalda y muñecas.
Aumenta las defensas: las asanas y la pranayama probablemente mejoren la función inmune, pero, hasta el momento, la meditación es la que cuenta con mayor respaldo científico al respecto. Es beneficiosa para el funcionamiento del sistema inmunitario, estimulándolo cuando es necesario o en caso de afecciones autoinmunes.
Optimiza la respiración: mejora el funcionamiento pulmonar y hace que aumente el ritmo respiratorio nasal. La respiración profunda en la que se basa el yoga, la panayama, ayuda a limpiar y nutrir el cuerpo.
Mejora la circulación: hace que fluya bien la sangre, sobre todo en las manos y pies. Además, mejora el aporte de oxígeno a las células, por lo que funcionan mejor. También previene la formación de coágulos en la sangre, lo que origina una menor incidencia de ataques cardíacos.
Beneficios para la mente:
• Aleja el estrés: el yoga relaja, calma la respiración y el ritmo cardíaco, y aumenta el flujo sanguíneo a los intestinos y órganos reproductivos. De esta manera, libera las tensiones y equilibra a la persona.
• Ahuyenta la depresión: un estudio demostró que la práctica de yoga mitigaba la depresión y disminuía los niveles de cortisol., la hormona del estrés.
• Serena la mente: el yoga reprime las fluctuaciones mentales. En otras palabras, disminuye sentimientos de frustración, arrepentimiento, enfado, miedo y deseo ocasionadas por las tensiones diarias. Y como el estrés está implicado en tantos problemas de salud –desde migrañas e insomnio hasta eczemas y ataques cardíacos-, quien aprenda a tranquilizar su mente, probablemente vivirá más tiempo y más sano.
• Aumenta la autoestima: su práctica regular ayuda a experimentar gratitud, empatía y agradecimiento a la vida
• Mitiga el dolor: las asanas, la meditación o una combinación de ambas reducen el dolor en personas con artritis, dolor de espalda, fibromialgia, síndrome del túnel carpiano y otras dolencias crónicas. Al liberarse del dolor, el estado de ánimo mejora, la persona se vuelve más activa y no necesita tanta medicación.
at Redacción Mía
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