Wednesday 4 de December de 2024
SALUD | 18-06-2021 12:28

Vacunación: Reforzará la respuesta de tus defensas

Contar con un sistema inmune que trabaja adecuadamente ayuda a sacar el máximo provecho de las vacunas. Por eso, en esta nota te contamos todo lo que podés hacer después de vacunarte para contribuir a la mejor respuesta inmunitaria de tu cuerpo.

Muchos sacan una foto del carnet de vacunación o de sí mismos sonrientes, mostrando el brazo con la curita. El sentimiento es de felicidad por haber sido vacunados, un paso más para poder frenar la expansión del coronavirus y recuperar la normalidad de nuestras vidas.

Las vacunas son una de las medidas sanitarias que mayor beneficio han brindado a la humanidad y las que se encuentran disponibles contra el covid-19 han demostrado ser eficaces para prevenir la enfermedad.

"Las vacunas enseñan a nuestro sistema inmunitario a crear proteínas, conocidas como anticuerpos, que combaten la enfermedad igual que cuando estamos expuestos a una enfermedad, pero, y esto es de importancia crucial, las vacunas actúan sin enfermarnos. Las personas vacunadas están protegidas contra la enfermedad y no pueden contagiar el agente patógeno a otros, lo que interrumpe todas las cadenas de transmisión" explica en su página web la Organización Mundial de la Salud.

La vacunación reforzará la respuesta de tus defensas
Las vacunas son eficaces para prevenir el covid-19.

Sin embargo, son varios los factores que pueden influir en la respuesta de las personas a una vacuna. Algunos están relacionados con las características individuales, como la edad, el sexo, la información genética y también a la presencia de enfermedades (como diabetes y patologías cardiovasculares). Pero la buena noticia es que nosotros, con nuestros hábitos cotidianos también podemos contribuir a la respuesta inmunitaria a las vacunas. ¿Cuáles de ellos pueden favorecernos? A continuación te los enunciamos.

Consejos para unas buenas defensas:

Dormir lo suficiente: es uno de los factores clave para permitir el correcto funcionamiento de nuestro sistema inmune. Es esencial dormir las horas adecuadas (entre 7 y 9 horas por noche). "Una correcta higiene del sueño permite mantener adecuadamente los biorritmos que controlan la producción de hormonas que regulan la función del sistema inmune, como la melatonina. Esta hormona se produce durante la noche y su administración se ha relacionado con la supervivencia de linfocitos y una mayor producción de anticuerpos. De hecho, diversos estudios han mostrado cómo la escasez de horas de sueño, tanto en los días previos como posteriores a la vacunación, puede reducir la eficacia de las vacunas" explica Patricia López Suárez, profesora titular del área de inmunología de la Universidad de Oviedo, en el portal theconversation.com

Controlar nuestro nivel de estrés: las situaciones de tensión promueven la liberación de hormonas supresoras de la función inmunitaria, como el cortisol, y se asocian con una menor respuesta a la vacunación.

La vacunación reforzará la respuesta de tus defensas
Se recomiendan de 7 a 9 horas por noche para benefi ciar nuestro sistema inmune.

Realizar actividad física y socializar: las prácticas que nos proporcionan satisfacción, como el deporte, gimnasia, caminatas o las relaciones sociales, favorecen la liberación de hormonas estimuladoras del sistema inmune, como las endorfinas. "De acuerdo con esta idea, los individuos que realizan ejercicio moderado regularmente y con un estado de ánimo positivo en el momento de la vacunación desarrollan una mayor respuesta de anticuerpos y otras moléculas potenciadoras de la respuesta inmune", afirma López Suárez.

Cuidar la microbiota o flora intestinal: existe una estrecha relación entre esta y las respuestas a las vacunas, ya que está demostrado que el 80 por ciento del sistema inmune se encuentra en esta región del cuerpo. La microbiota desempeña funciones clave en la protección frente a la invasión de microbios patógenos y la regulación del sistema inmune. Esta microbiota alberga millones de microorganismos. Su composición es relativamente estable, sin embargo, algunas circunstancias, como la existencia de alguna patología, cambios en la dieta o el consumo de antibióticos, pueden producir alteraciones que afecten la respuesta a la vacunación. En estas situaciones, el consumo de probióticos permite restablecer el balance en nuestra microbiota intestinal y ha mostrado efectos potencialmente beneficiosos en la respuesta a la vacunación.

La vacunación reforzará la respuesta de tus defensas
Las vacunas enseñan al sistema inmunitario a crear anticuerpos, que combaten la enfermedad igual que cuando estamos expuestos a ella, pero actúan sin enfermarnos.

Inmunonutrientes aliados:

Contribuyen a fortalecer el sistema inmune y es esencial incluirlos en nuestra dieta para reforzar las defensas:

Hierro: la principal fuente de hierro de alto valor biológico son las carnes rojas.

Ácidos grasos omega 3: presentes en el salmón, la caballa, el atún, las sardinas, la chía, aceite de soja y canola.

Aminoácidos como arginina y glutamina: están en la carne roja, de aves, los productos lácteos y pescados.

Vitamina C: se obtiene a través de cítricos, frutillas, kiwi, morrón, brócoli, etc.

Vitamina E: en frutos secos (maníes, avellanas y, en especial, almendras) y las semillas, espinaca y el brócoli. 

Vitaminas del complejo B: en carnes rojas, pescados, lácteos, semillas, huevos, mariscos frutas y verduras.

Vitamina B12: se encuentran, en especial, en el huevo y las carnes rojas.

Minerales (zinc y selenio): en la carne vacuna, de cerdo y cordero. Las nueces, los granos enteros y las legumbres también aportan zinc. En tanto, el pescado y los mariscos aportan selenio.

Antioxidantes (polifenoles, betacarotenos): se encuentran en frutas y verduras, especialmente las de color naranja.

Fibra: en frutas y verduras. También en cereales integrales y legumbres.

La vacunación reforzará la respuesta de tus defensas

Alimentos clave:

Una dieta equilibrada, con un aporte balanceado de energía, es esencial para reforzar el sistema inmune. Hay nutrientes que están vinculados con el sistema inmunitario. Es el caso de la vitamina C y el ácido fólico, ambos con un papel importante en la producción de moléculas eficaces frente a la infección. También el colágeno, que contribuye al mantenimiento de nuestras barreras naturales frente a los patógenos. El consumo de probióticos es importante para favorecer la microbiota intestinal. Reducir el consumo de sodio (a menos de 6 gramos de sal por día).

No al tabaco y al alcohol:

En materia de inmunidad se ha comprobado que el consumo de tabaco altera de forma directa la línea de defensa en la mucosa respiratoria, y se ha asociado con una menor producción de anticuerpos luego de la vacunación. Asimismo, el consumo excesivo de alcohol tiene un efecto inmunosupresor poco deseable al recibir vacuna. Además, el alcohol puede alterar la composición de la microbiota intestinal y a las células inmunes allí presentes, favoreciendo la entrada de patógenos al organismo.

La vacunación reforzará la respuesta de tus defensas

 

at Silvia Pardo

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