Este problema afecta tanto a jóvenes como adultos, quienes sufren torceduras y esguinces frecuentes en sus tobillos.
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¿Por qué ocurre?
Un tobillo inestable tiene la propiocepción alterada. La propiocepción se refiere a la capacidad que tiene nuestro cerebro para generar una imagen mental acerca de cómo está ubicado nuestro cuerpo en el espacio. Y así reaccionar de forma correcta para poder movernos de forma segura y mantener el equilibrio.
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Pero en estos casos el tobillo no responde, se tuerce ante el mínimo desnivel. El desafío radica en automatizar la respuesta ante un movimiento imprevisto. Al comienzo es difícil coordinarlo, como cuando aprendemos un paso de baile, pero luego se hace mecánico hasta el punto de no saber cómo lo hacemos.
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La propiocepción es un entrenamiento que busca sumar estímulos inestables (practicando ejercicios simples), enviar mucha información a esa articulación y enseñarle a responder más rápido. Así, cuando efectivamente suceda que uno se encuentra con un piso irregular, que el cuerpo responda de forma rápida y precisa para evitar la torcedura.
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A su vez, el fortalecimiento muscular ayuda a los ligamentos. Ante este tipo de lesiones, el ligamento pierde tensión, como una banda elástica que ya se estiró mucho, tendrá menos tensión que una nueva. Por eso, además de entrenar la propiocepción, son importantes los ejercicios de fortalecimiento de los músculos de piernas y pies, que ayudan a compensar los movimientos inesperados, evitando la torcedura. Lo ideal es consultar al kinesiólogo para que nos indique los mejores ejercicios de fortalecimiento muscular.
Tarea para el hogar:
Equilibrio sobre un pie: intentar mantener el equilibrio alrededor de diez segundos con cada pie. Practicarlo cerca de una silla en caso de perder estabilidad.
Pararse sobre un almohadón firme: Primero con los dos pies, luego con uno. Practicar pequeños balanceos de una pierna hacia adelante y hacia atrás. Luego con la otra pierna.
Pararse en un pie y llevar la otra pierna hacia adelante, costado y atrás, dibujando una estrella. Primero a baja altura y luego realizarlo a diferentes niveles.
Consejos antiesguinces:
Un calzado cómodo, flexible y con buen contrafuerte es fundamental. Además, si nos indicaron plantillas, usarlas, estas corrigen la pisada.
Evitá las Crocs. Hace tiempo que este calzado se puso muy de moda pero no es bueno para quienes tienen estos problemas, ya que carecen de contención en el talón (no tienen contrafuerte). Esto hace que el tobillo pierda estabilidad. Están desaconsejadas, tanto las de goma como las de tela.
Tratá de no usar plataformas. La altura del calzado anula todo tipo de propiocepción, hace que el pie pierda la dimensión del espacio en donde está ubicado y no responda bien.
at Redacción Mía
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