No tiene que ver únicamente con el aspecto financiero, sino con muchas otras áreas de la vida. Muchas personas viven la realidad desde la escasez y ni siquiera son conscientes de ello. Esta forma de ver la vida puede estar relacionada con los sentimientos de inferioridad. Claramente, las creencias limitantes se van formando desde la infancia y luego repercuten en la edad adulta, respecto a la capacidad de creerse merecedor o no de buenas cosas.
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Asimismo, otro factor influyente en la mentalidad de escasez es la autoestima. Los estudios señalan que esta se relaciona con las expectativas de lo que es posible en la vida. Estas generan acciones que se convierten en realidades, que tienden a confirmar y reforzar las creencias que ya se han adquirido desde la niñez.
Una autoestima alta o baja genera las profecías que se cumplirán. Cuando la autoestima es baja, propicia actitudes y comportamientos que van en contra del propio bienestar.
Los bajones en el estado de ánimo
Sabotea los momentos de felicidad y los logros que se puedan alcanzar en la vida. Quienes viven desde la escasez suelen pensar que "hay poco", por lo tanto, sienten que deben aferrarse y cuidar lo que ya han conseguido. Incluso si esto significa dejar pasar oportunidades grandiosas.
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Otra creencia errónea y limitante es que “las cosas son así” y al no poder cambiarlas, lo mejor es resignarse. O, pensar que “los demás son quienes tienen suerte”. Esto corresponde a una forma polarizada de ver la realidad.
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Consejos para cambiar:
Aprender a dar: Cuando damos, también recibimos.
Aprender a soltar
Examinar nuestras ideas e identificar las que nos limitan: Luego, transformarlas en su contrario. Por ejemplo: “no tengo suerte” por “soy una persona exitosa, capaz de obtener logros”.
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Agradecer: todo lo que tenemos en este momento, que es de buena calidad, y todo lo que está por venir. Los momentos y las cosas intangibles son más valiosos que los objetos perecederos.
Conectarse con otras personas abundantes y evitar aquellas que son tóxicas o que siempre se quejan.
Más que observar los éxitos de los demás, aprender a ver nuestros puntos fuertes y las cosas maravillosas que nos rodean, y estaremos dando el primer paso hacia la abundancia.
at Redacción Mía
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