Protectora:
La química del beso, beneficios cuerpo-mente
La nuez es el fruto seco más saludable gracias a la equilibrada composición de sus grasas. Con solo 5 nueces se satisface el 91% de las necesidades diarias de ácidos grasos omega 3, los cuales mejoran la relación entre colesterol bueno y malo y previenen la formación de coágulos sanguíneos en las arterias, primera causa de infarto. Para los veganos constituye una valiosa fuente de omega-3 y de proteína.
Antiinflamatoria:
Por su efecto contra la inflamación, las nueces ayudan en caso de asma, artritits o enfermedades de la piel como psoriasis. En caso de padecer diabetes de tipo 2 –la relacionada con la alimentación– los efectos positivos sobre los niveles de colesterol son significativos.
En la cocina:
Resultan muy versátiles en la cocina: se pueden agregar a ensaladas y platos muy diversos (enteras, troceadas o picadas), se usan también para elaborar salsas, y la repostería les reserva un lugar de honor para la preparación de budines, tartas, helados y otros postres. Combinan bien con el chocolate y la miel, pero también con el arroz, las manzanas o la pasta.
Preventiva:
Su ácido elágico favorece la eliminación de sustancias cancerígenas y ayuda a bloquear los caminos metabólicos que conducen al desarrollo de células tumorales. Además, unas cuantas nueces en la ensalada son suficientes para prevenir la aparición de cálculos biliares.
Antioxidante:
Las sustancias antioxidantes de la nuez retrasan o reducen la severidad de las enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson o el alzheimer. Sus ácidos omega 3 benefician la salud cerebral, pues las neuronas los necesitan para funcionar correctamente.
Para la dieta:
Producen un efecto saciante y es recomendable incluirlas en regímenes de adelgazamiento que reduzcan la grasa total al evitar los alimentos ricos en grasas saturadas: hay que recordar que la grasa de la nuez no engorda en sí misma, lo que importa es el conjunto de la dieta.
Para preservarla:
Aunque es habitual encontrarlas a la venta ya peladas, si se quiere conservar mejor su sabor y propiedades lo mejor es comprarlas con cáscara. Se deben guardar en un lugar fresco y seco, pero si están peladas, mejor en la heladera, en un recipiente herméticamente cerrado.
Una recomendación: si las nueces se comen crudas, se aconseja masticarlas bien y con cuidado. En el caso de los niños y ancianos, incluso es preferible que las coman trituradas y servidas en papilla.
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