Earthing: Las bondades de andar descalzos

Según comprobaron estudios científicos tocar la tierra con los pies desnudos, hacer earthing o grounding, como se dice en inglés, permite al cuerpo reequilibrar sus cargas eléctricas, un proceso básico para mantener la vitalidad y la salud.

Nuestro físico es un conductor natural y necesita tanto del contacto eléctrico con la Tierra como del agua o los nutrientes. Pero, por otro lado también precisa liberarse del exceso de cargas positivas que se acumulan al mantener el cuerpo aislado de su entorno. Los zapatos y superficies aislantes que nos rodean impiden que esto ocurra.

La terapia del earthing, liderada por Clint Ober, se basa en encontrar el equilibrio de la salud mediante la reconexión eléctrica del cuerpo con la tierra. Como cuando caminamos descalzos por la playa, el pasto o disfrutamos de una reconfortante ducha.

Ober cayó en la cuenta de cómo los calzados con suelas de goma nos desconectan de la tierra impidiendo el reequilibrio eléctrico entre nuestro organismo y el planeta. Observó que el contacto de nuestros pies desnudos sobre la tierra reequilibraba las cargas eléctricas corporales con las de la tierra, creando orden y relajación en todos los sistemas de nuestro cuerpo y con ello un aporte realmente importante a nuestra salud.

Acción inmediata:

Andar descalzos, como sabiamente les gusta a los niños, aporta marcados y positivos cambios en los parámetros biológicos. De hecho, en minutos ya se pueden empezar a percibir, aunque los mayores beneficios se obtienen si se hace toma de tierra durante 20-30 minutos.

Así lo comprobó un estudio publicado en la revista Integrative Medicine, realizado por el equipo de Gaétan Chevalier, ingeniero físico del departamento de Biología celular y del desarrollo de la Universidad de California en Irvine (Estados Unidos).

Beneficios del earthing:

El contacto de nuestros pies con la superficie de la tierra equilibra los sistemas biológicos y nos brinda estos saludables aportes:

Nos relaja: la activación del sistema nervioso parasimpático reduce los síntomas de ansiedad, las frecuencias cardíacas y respiratoria, la tensión arterial y la secreción de las hormonas estresantes adrenalina y cortisol.

Desinflama: los electrones que proceden del suelo reducen la inflamación y la oxidación, y con ello, el dolor y los daños sobre las células.

Nos carga de energía: se ha demostrado que reduce la concentración de glucosa en sangre y orina, estabiliza los niveles de hierro y favorece la obtención de energía.

Protege la salud: evita los efectos negativos de los campos electromagnéticos sobre el organismo.

Nos armoniza: contribuye a que los ritmos del cuerpo estén sincronizados con la noche y el día. Mejora tanto el sueño como la sensación de vitalidad durante el día.

Favorece el bienestar físico y mental: además de constituir un regulador del sistema nervioso autónomo, del estrés crónico, la inflamación, el sueño y las enfermedades cardiovasculares, apoyar los pies en la tierra resulta una potente terapia ante situaciones de estrés emocional, ansiedad, pánico, miedo, depresión, dolor y fatiga, y síntomas como las cefaleas, las palpitaciones cardiacas o el vértigo.

Diferentes escenarios:

Caminar descalzo sobre el césped o la hierba húmeda: por ejemplo, debido al rocío o la lluvia, ayudaría a absorber los minerales y la energía de la tierra. Pero además, las creencias populares sostienen que fomenta la circulación sanguínea en todo el cuerpo, fortalece el sistema nervioso y el corazón. También se lo menciona como un método efectivo contra el estrés porque estar en contacto con el verde de la naturaleza nos podría ayudar a relajarnos, calmar la ansiedad y los nervios.

Caminar descalzo por la playa: lo hacemos en general en las vacaciones de verano y, sabemos que contribuye a fortalecer las piernas y es un ejercicio aeróbico. También tiene efectos calmantes y armonizadores.

Caminar descalzo en casa: es quitarnos los zapatos y empezar a sentir un alivio instantáneo. Una buena técnica para estimular los puntos de acupresión en las plantas de los pies mientras estamos en nuestro hogar es frotarlos o pararnos sobre una pelota de tenis y masajear suavemente las plantas de los pies.

Todo lo que nos da el earthing:

• Permite al cuerpo reequilibrar sus cargas eléctricas, un proceso básico para mantener la vitalidad y la salud.

• Alivia el dolor de cabeza y las migrañas.

• Mejora la circulación sanguínea.

• Disminuye el estrés y la ansiedad.

• Reduce el dolor de espalda.

• Favorece una mayor oxigenación de los vasos y capilares sanguíneos.

• Permite tener más fuerza y resistencia venosa, lo que podría ayudar a las piernas a no retener líquidos ni ácido úrico.

• Estimula ciertos órganos que están conectados con las terminaciones nerviosas de las plantas de los pies.

• Reduce la inflamación y la oxidación.

• Mejora las funciones del sistema inmunitario.

at Redacción Mía