Están llegando los días de la primavera, ideales para ponernos en forma, retomar la actividad física al aire libre y bajar algunos kilitos que quizá nos dejó el invierno. Una propuesta fabulosa para lograr estos objetivos es un plan de caminata.

La química del beso, beneficios cuerpo-mente
Dentro de las prácticas deportivas, esta constituye una de las más completas y beneficiosas para el organismo. Es un ejercicio físico aeróbico que mejora la capacidad del corazón, los pulmones y el sistema circulatorio para suministrar oxígeno y nutrientes de manera eficiente a los músculos y al tejido adiposo. Esto último permite, además, combustionar el exceso de grasa corporal, con lo cual se logra el objetivo de bajar de peso.

Una propuesta diferente:
Stephanie Mansour, entrenadora personal libanesa-italiana, creó un plan de ejercicio para adelgazar, fácil y efectivo: lo único que hay que hacer es salir a caminar. Y con este nuevo sistema, se puede perder peso en solo 31 días.
Mansour explica que para poder librarse de los kilos de más siguiendo un estilo de vida saludable y manteniendo una actividad física regular, se debe entrenar a intervalos. Sí, incluso se puede realizar un ejercicio de este tipo solo saliendo a andar.
La entrenadora dividió esos 31 días en tres niveles en los que se alternarán diferentes intensidades (ritmo normal/ritmo rápido) y se dedicarán unas jornadas al descanso. ¿Cómo podemos saber qué es un ritmo rápido? Muy fácil: si tenemos que tomar aire al hablar y no podemos hacerlo de manera fluida y habitual es señal de que estamos caminando rápido.
Podemos hacerlo a un ritmo moderado, pero cuanto más intensa sea nuestra caminata mayores beneficios tendremos en nuestro organismo.

Así hay que practicarla:
• Pensamientos positivos: caminar enérgicamente, teniendo en mente que la caminata nos ayudará a adelgazar.
• Cabeza erguida: mirar siempre hacia adelante y mantener el mentón paralelo al suelo.
• Hombros hacia atrás: el pecho, moderadamente elevado, con la parte superior de la espalda erguida.
• Abdomen hacia adentro: mantener los abdominales en tensión durante la caminata.
• Puños cerrados: No apretarlos ni tensionar los músculos del brazo. Mantener las manos y muñecas en línea recta con los antebrazos.
• Brazos flexionados: conservar los antebrazos levantados a la altura del codo y balancearlos desde los hombros con fuerza y energía.
• Paso talón-punta: los pies deben estar juntos -a una distancia de 10 cm- los dedos, levantados y la parte delantera del pie, apoyada suavemente en el suelo.

La importancia de la alineación:
• Para maximizar el placer de caminar es necesario alinear el cuerpo y la mente. Esto significa concentrar la atención en la postura, identificar cualquier dolor o malestar que exista y acomodar el cuerpo para lograr la mayor facilidad de movimiento posible.
• A medida que se camina, revisar todo el cuerpo, que esté en la postura adecuada.
• Luego, prestar atención al estado emocional y a cómo éste podría estar interfiriendo en la postura. Por ejemplo, cuando tenemos una actitud negativa, tendemos a bajar los hombros o a encorvarnos hacia adelante. Cuando estamos contentos, en cambio, solemos mantenernos erguidos y con el pecho más expandido. Caminar con energía positiva y actitud.

Los benefi cios de caminar:
• Ayuda a reducir el exceso de peso.
• Controla la presión sanguínea. Ejerce un efecto preventivo sobre el infarto y el ictus cerebral (ACV).
• Disminuye el colesterol malo y aumenta el HDL (el bueno).
• Mejora la forma en la que nuestro cuerpo utiliza el azúcar y la insulina (lo cual ayuda a evitar la diabetes).
• Previene la osteoporosis y ayuda a la calcificación de los huesos.
• Alivia el dolor crónico de la parte baja de la espalda.
• Beneficia la actividad del aparato respiratorio tanto de las vías aéreas superiores como de los pulmones.
• Aumenta la autoestima y la confianza. Mejora el estado de ánimo e incrementa la secreción de endorfinas. Caminar solos o en compañía es una actividad relajante que nos pone en contacto con la naturaleza.
• Retrasa el proceso de envejecimiento.

• Mantiene el buen funcionamiento del cerebro a medida que envejecemos: mejora la memoria y reduce del riesgo de padecer enfermedad de Alzheimer.
• Reduce los efectos negativos del estrés, disminuye la ansiedad y los síntomas de la depresión.
• Colabora en el control de la celulitis, disminuye el diámetro de piernas y mejora su circulación.
• Previene el sobrepeso y la obesidad. Actúa como supresor moderado del apetito. El gasto calórico que genera es de unas 200 calorías por hora, y aunque no es una cifra elevada, si se suma diariamente y se acompaña de una alimentación discretamente hipocalórica, ayuda a regular el peso corporal de forma eficaz, natural y persistente.
• Mejora la calidad de vida de los mayores y aumenta la esperanza de vida.
• Incrementa la masa muscular.
• Las enfermedades reumáticas, la artrosis y las enfermedades degenerativas de las personas mayores se benefician de caminar diariamente, pues mejoran los síntomas y retrasa la progresión.
• Promueve la inmunidad del sistema, aumentando la producción de los componentes de la sangre que luchan contra los virus y bacterias.

Recomendaciones:
• Utilizar ropa adecuada, acorde a la época del año, que permita el contacto del cuerpo con el aire y no genere más calor que el producido por la actividad física.
• Si la caminata es durante el día, es conveniente llevar gorro o visera para protegerse del sol. Ponerse protector solar para el cuidado de la piel.
• El calzado debe ser blando, con suela de goma y en lo posible que amortigüe el paso (evitar las alpargatas o las zapatillas duras y planas); evaluar con un médico traumatólogo la necesidad de llevar plantillas.
• Usar siempre medias de algodón.
• No depender de un compañero para hacer la caminata. Organizar la actividad en forma personal y si surge la compañía de otra persona procurar que los planes de actividad física de ambos sean semejantes en duración e intensidad para no tener que perder el ritmo propio.
• Elegir un lugar para caminar que permita hacerlo en forma continua, y si es posible alejado del tránsito. Por ejemplo, una plaza, espacios abiertos preparados para tal fin, parques, clubes, etc. También existe la posibilidad de concurrir a un gimnasio y hacerlo en la cinta. Se gasta la misma cantidad de calorías.
• No fumar mientras se realiza el ejercicio y preferentemente abandonar el cigarrillo.
• Llevar agua para hidratarse.
• No hacer nunca la caminata en ayunas. Consumir algún alimento (cereales, pan lactal con mermelada, etc.) por lo menos 30 minutos a 1 hora antes de la actividad.
• Empezar y finalizar la caminata con ejercicios de flexibilidad. Esto permite preparar las fibras de los músculos que intervienen en la actividad, evitando dolores y sensación de agotamiento poscaminata.
Palan de caminata: Toma un calendario, marcá los días con las distintas fases, prende el cronómetro y empezá a caminar para adelgazar.
Fase A: hay que realizarla los días 1, 3, 5, 6, 10, 14,19 y 25. Durante estas jornadas, el ritmo de la caminata será leve. Es útil, sobre todo, para aquellas personas que comienzan a hacer ejercicio.
Fase B: la intensidad del ejercicio será más dura y lo realizarás los días 8, 11, 13, 15, 18, 21, 22, 23, 26, 27, 29, 30 y 31. Días de descanso: 2, 4, 7, 9, 12, 16, 20, 24 y 28.
En la fase A: hacer un calentamiento de tres minutos caminando a un ritmo normal, continuar un minuto con un paso rápido, y dos minutos normal. Después alternar 12 minutos de caminata rápida y normal, por ejemplo, dos minutos normal y una rápida, y terminar con tres minutos caminando a ritmo normal.
En la fase B: tres minutos de calentamiento caminando a ritmo normal, más un minuto de caminata rápida, más otro minuto caminando normal. Superado esto, alternar diez minutos caminando rápido y normal cada minuto. Es decir, un minuto rápido, otro minuto normal. Al finalizar, hacer seis minutos en los que la caminata rápido dure un minuto, y la normal solo 30 segundos. Terminar con tres minutos caminando a ritmo normal.
at Silvia Pardo
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