De las aproximadamente 40.000 especies de algas conocidas, unas 160 pueden ser usadas para cocinar. Sin embargo, en las tiendas gourmet se pueden encontrar, en el mejor de los casos, cinco especies: Nori, Kombu, Wakamé, Hijiki y Dulse.
Vainilla, la superespecia
El consumo de esta saludable verdura marina es muy recomendable: las algas tienen una alta concentración de hidratos de carbono y proteínas. No obstante, el ser humano sólo puede digerir y absorber estos componentes parcialmente, explican desde el Centro de Información sobre Pescado en Hamburgo.
Por esta razón, y también por el bajo contenido en grasas, las algas son muy bajas en calorías. Al mismo tiempo, sin embargo, son ricas en todos los minerales, oligoelementos y vitaminas esenciales para la vida.
Membrillo: Una fruta digestiva
Casi todas las algas que se ofrecen en el mercado son algas cultivadas, de modo que el consumidor no necesita preocuparse por la presencia de sustancias nocivas, asegura el chef alemán Johannes King. Mientras que en Asia la mayor parte que se vende en el mercado es fresca, en el resto del mundo generalmente sólo se pueden conseguir algas secadas. Por eso, también sirven para picarlas entre comidas.
Apio, el regulador de la dieta
Si te parece demasiado intenso el sabor marino de las algas puras, podés triturar los ejemplares secados para usarlos como especia. La alga Kombu tiene una ligera nota ahumada, por lo que sirve muy bien como condimento. Además, esta alga de color marrón puede sustituir la sal.
La albahaca, un botiquín de sabor
Para usarla de otra manera, el consumidor primero debe ponerla en remojo durante un buen rato para quitar el fuerte olor a yodo y desalarla. "El agua de remojo se debe cambiar varias veces", dice King, miembro de Jeunes Restaurateurs d'Europe, una asociación de jóvenes cocineros de renombre en Europa.
Alcaucil, el gran depurador
En tanto, el chef berlinés Tim Raue recomienda cocer las algas que tienen un alto contenido en yodo, como la Kombu, antes de comerlas. "Las algas deben comerse con cierto cuidado", dice. Aunque su alto contenido en yodo ayuda a impedir una deficiencia de este mineral, el consumo excesivo puede ser perjudicial. Las algas de color rojo como la Nori o la Dulse contienen menos yodo.
Pistachos, energía concentrada
Después de desalar las algas, se pueden usar de varias maneras diferentes en la cocina. "Una vez desaladas, casi todas las algas se pueden usar exactamente igual que las espinacas", dice King. Por tanto, tambipen se pueden consumir crudas, por ejemplo en ensaladas. En sopas y casuelas son una "base ideal para un toque marítimo", recomienda el joven chef.
Arvejas, fuente de proteínas
Las algas doradas, rehogadas, cocidas o fritas son una delicia. El chef Siegfried Wintgen recomienda cocer la alga Hijiki, que tiene un ligero sabor a nuez, con verdura y salsa de soja. El Centro de Información sobre Pescado en Hamburgo sugiere envolver o rellenar filetes de pescado con algas y luego estofarlos.
El poder remineralizante de la acelga
Wintgen también recomienda usar algas como suavizante cuando se cuecen guisantes, judías o lentejas. Este chef asegura que si a esa comida se agregan un par de algas, las legumbres se pueden digerir más fácilmente.
FUENTE: dpa
30 de octubre de 2014
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