Para prepararlo es necesario sanear los extremos secos o deteriorados y lavar las pencas con agua, frotándolas con un cepillo para eliminar restos de tierra y hojas secas.
Vainilla, la superespecia
Detox:
Por su contenido en potasio y sodio y la relación entre ellos y el aceite esencial apiol, constituye un buen diurético, y por su capacidad de alcalinizar la sangre estimula la depuración del organismo, eliminando el ácido úrico y otros residuos tóxicos.
Pura agua:
El apio se considera más un alimento regulador de la dieta y equilibrante que nutritivo. La razón es que el 92% de su peso es agua, su aporte calórico es muy bajo, entre 15 y 20 calorías cada 100 g y tiene un gran poder saciante.
Cardiosaludable:
La apigenina, una sustancia con propiedades vasodilatadoras, lo hace adecuado para prevenir la hipertensión arterial y otros trastornos cardiovasculares.
Para dormir:
Gracias a sus efectos sedantes tonifica además el sistema nervioso. Un jugo de apio con miel por la noche es un buen recurso para ayudar a conciliar el sueño.
Para la mujer:
Su contenido en vitamina C y ácido fólico ayuda a normalizar la menstruación, tanto si es excesiva como escasa, ayuda a aliviar los síntomas de la menopausia, limpia la mucosa de los pulmones y remineraliza el organismo.
Rico en fibra:
El apio es también un excelente regulador del tránsito intestinal. Previene el estreñimiento, favorece una buena digestión, estimula los jugos gástricos y combate los gases, la hinchazón abdominal, los meteorismos y la aerofagia.
Para hipertensos:
Los expertos en dieta terapéutica recomiendan la sal de apio como sustituto de la sal marina para las personas hipertensas. Se obtiene de las semillas molidas, y aporta a la ensalada y otros platos un sabor agradable, que no hace añorar la presencia de sal.
Contraindicaciones:
No debe consumirse en caso de afecciones renales agudas, durante el embarazo o si se padecen trastornos como cistitis. Algunas personas pueden sufrir también reacciones alérgicas en forma de escozor.
at Redacción Mía
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