Howard Gardner es un psicólogo, investigador y profesor de la Universidad de Harvard, conocido en el ámbito científico por sus investigaciones en el análisis de las capacidades cognitivas y por haber formulado la teoría de las inteligencias múltiples que cada uno de nosotros tenemos más o menos desarrolladas unas de otras.
Según sus estudios, hay siete tipos de inteligencias diferentes:
1. Lógico-matemática
2. Verbal-lingüística
3. Intrapersonal
4. Interpersonal
5. Visual-espacial
6. Musical-rítmica
7. Corporal-kinestésica
Se podrían sumar la naturalista y la emocional.
Los dos primeros tipos son los más conocidos, en los que se basan los sistemas educativos, y el concepto de si se es o no inteligente.
La inteligencia lógico-matemática se relaciona con la habilidad para ejecutar cálculos, tener pensamiento lógico y capacidad de abstraer.
La inteligencia verbal-lingüística se relaciona con la facilidad para la expresión oral y escrita, y con la comprensión de textos.
Los otros tipos de inteligencia son menos conocidos.
La inteligencia intrapersonal se refiere a la capacidad de poder hacer una autoevaluación, autoconocerse, ver tus potencialidades y limitaciones.
La inteligencia interpersonal es la que está relacionada con la capacidad de empatizar, de poder tener comunicación con otro, de llevar adelante un buen liderazgo.
La inteligencia visual-espacial está relacionada con la capacidad de orientación, de imaginación, de dibujar y la memoria visual.
La inteligencia musical-rítmica se relaciona con los sonidos y el ejecutar y crear música.
La inteligencia corporal-kinestésica es la que se refiere a la capacidad de articular el cuerpo y la mente para lograr para lograr un mejor desarrollo del desempeño físico.
Cuando queremos concretar un sueño es conveniente saber qué tipo de inteligencia es necesaria para poder trabajar mejor en la consecución de tu objetivo. Entre los posibles problemas que pueden surgir, podemos tener una actitud tóxica, que no nos permita correr hacia la meta.
Actitudes tóxicas pueden ser, por ejemplo, aferrarse a lo conocido, tomar un rol de víctima, guiarse por sentimientos de celos o envidia, mirar lo que otros hacen y frustrarse. Es muy beneficioso a la hora de evaluar reconocer cuáles son las emociones y motivaciones para dar cada paso que se está dando.
Lic. Flavio Calvo
Lic. en psicología, docente, tallerista y autor.
MN: 66869
Página web: flaviocalvo.com
at Redacción Mía
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