Tanto si tu perro es adulto como si es un cachorro, debés enseñarle a pasear junto a vos. Los perros no saben si lo hacen mal o bien, ellos simplemente caminan y son sus dueños quienes deben indicarles si lo hace bien o mal, corregirlos o felicitarlos. La mayoría de los problemas de conducta en paseos con perros se deban a una mala comunicación entre el dueño y el perro, no a un perro mal educado.
Tos de las perreras, el mal de las guarderías
A continuación un decálogo par que el paseo no se convierta en una pesadilla.
El paseo empieza en casa. Ponele el collar y la correa cuando esté calmado, no debe perseguirte por la casa mientras te preparás porque así aumenta su ansiedad y parate unos segundos en cada puerta que tengas hasta llegar a la calle para que el perro salga más tranquilo.
Armá tu urban jungle
Enseñá a tu perro a ir sin tensión en la correa y a no tirar de ella. El perro debe ir a tu lado o detrás de ti y aprender a ir relajado de la corea para poder relacionarse correctamente con otros perros y otras personas.
¡A pintar la pileta!
Vos decidís a dónde ir, por dónde y qué hacer en cada momento. Vos controlás el paseo y guiás a tu perro dándole seguridad, él no decide. Decidís vos.
Agapanto: La flor del amor
Enseña a tu perro a pasar entre otros perros sin prestarles atención. Tu perro tiene que ir pendiente de vos y no tiene por qué saludar a todos los perros con los que se cruzan. Vos decidís son qué perros se puede relacionar, así le estarás dando confianza.
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