Al momento de emprender una conquista, a las mujeres les surgen varias dudas respecto a lo que los hombres tendrán en cuenta: la apariencia física, la sensualidad, el sexo, la personalidad, entre otros factores que inciden en el momento de buscar al otro.
Lo cierto es que cada persona es un mundo y el secreto está en saber explotar las cualidades que a uno más le favorecen.
En una entrevista de trabajo, buscamos destacar lo mejor de nosotros mismos. En una situación de seducción pasa algo parecido: lo importante es conocerse y saber cuáles son las fortalezas y las debilidades para explotar aquello que mejor nos sale, lo cual nos hará sentir más seguros y permitirá avanzar sobre terreno firme.
Realidad extendida, otro nivel en viajes
¿Qué haría que un hombre te mirara y decidiera ir a tomar un café o invitarte a pasar la noche juntos? Es muy común pensar en lo que queremos del otro, pero no pensamos en qué esperan los otros de uno mismo.
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Para detectar nuestros puntos a favor es útil practicar un ejercicio que consiste en determinar qué tenemos para ofrecer en diferentes aspectos:
Volver a empezar.
Lo físico: además de la apariencia exterior, conviene saber el estado de salud, el tipo de sueño, las preferencias en el momento del sexo, el tipo de actividades que se realizan, etc.
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Lo social: debemos saber cuál es nuestro nivel de extroversión, si nos gusta o no conocer personas, la facilidad que cada uno tiene para relacionarse o establecer conversaciones con el otro, el grado de generosidad, cuánto estamos dispuestos a ceder, la capacidad para reponernos ante las adversidades.
Cómo evitar sentirse despreciado
Los planes a futuro: para saber qué queremos, debemos saber qué nos hace felices, qué buscamos en la vida.
La coach del bienestar
Si pudiste identificar algún punto entre estos aspectos que te dé seguridad, usalo a tu favor y vas a estar en condiciones de conquistar al hombre que desees.
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