Hasta hace poco el trail running era considerado un deporte minoritario, pero en la actualidad más y más gente decide probarlo, por lo que cada vez hay más carreras de este tipo en el calendario de los corredores.
La química del beso, beneficios cuerpo-mente
Correr en la montaña es una experiencia para disfrutar de la naturaleza y al mismo tiempo de practicar un deporte. Es correr respirando profundamente, disfrutando los aromas a pino, los paisajes, el canto de los pájaros... Este mix perfecto entre el correr y el placer de hacerlo en medio de la naturaleza es una de las mejores características del trail running.
Beneficios:
La variedad siempre es buena y esa máxima también se aplica a los corredores a la hora de buscar el terreno sobre el cual practicar su deporte. Es mejor correr pisando raíces y piedras en lugar de hacerlo por caminos de cantos rodados.
Hacer running por senderos es más exigente que dar una vuelta tranquila en el parque y eso es bueno. Correr teniendo que coordinar los movimientos es más exigente cuanto más irregular es el terreno, explica el médico deportivo Lutz Graumann, de la localidad alemana de Rosenheim.
"Para el cerebro también supone un reto mayor, porque tiene que ser más previsor sobre cómo colocar el pie para no lesionarse", agrega Graumann.
Es por ello que aconseja a los principiantes a entrenar la percepción a través del denominado entrenamiento propioceptivo. Estar de pie con una sola pierna o balancearse sobre una toalla enrollada son ejemplos de ejercicios adecuados para este entrenamiento. Otro ejercicio fácil es el del abecedario: manteniéndose en equilibrio sobre un pie, mover el otro dibujando las letras del alfabeto. Se lo puede hacer con los ojos abiertos o cerrados, con zapatillas o descalzo. Por supuesto, que los corredores más avezados hacen un entrenamiento especial cuando participan de competiciones de montaña.
Donde termina el asfalto "Hacer una carrera por senderos, el trail running, comienza donde termina el camino de asfalto", señala Urs Weber, de la revista especializada Runners World.
Como tantas otras cosas, el término que se emplea para esta forma de correr se ha extendido desde Estados Unidos, pero en realidad no es nuevo. La clásica salida a correr por el bosque es lo que los americanos llaman ahora trail running, comenta Weber.
En las tiendas se puede encontrar una variedad de calzado deportivo adecuado para correr por la montaña. Uno de los principales rasgos distintivos suele ser que la suela tiene un perfil más grueso, apunta Weber.
Precaución:
Cuidado con resbalar: Conviene tener en cuenta que, si las zapatillas con una gran profundidad de pisada se posan sobre una piedra húmeda, a menudo puede ser muy resbaladizo, ya que la superficie de contacto de la suela es comparativamente pequeña. Por lo tanto, Weber recomienda ir con especial cuidado la primera vez que se usen estas zapatillas especiales para montaña.
Asimismo, señala la conveniencia de que la zapatilla tenga más espacio para los dedos de forma que correr cuesta abajo no se convierta en una tortura.
Para evitar esto, los corredores saben el viejo truco de comprar su calzado deportivo medio o un punto más que su número habitual de zapatos.
Sin embargo, cuando se prueba por primera vez en el nuevo terreno, no se necesita ningún equipo nuevo al principio. Quien no tenga unas zapatillas deportivas para correr por senderos, no debería dejar de correr por el bosque. También se puede hacer con la mayoría de zapatillas de running.
También es una ventaja contar con un mapa o un teléfono móvil en caso de emergencia. Lo que sí se requiere en determinados senderos de montaña o en ciertos caminos espectaculares es tener algo de resistencia. También a veces se debe informar a las autoridades si uno va a emprender un camino de montaña.
Para esos senderos los palos también podrían facilitar el recorrido. La coordinación es más exigente y sobre todo al principio hay que tener cuidado. Por eso, utilizar palos ayuda a correr más seguros.
En cualquier caso, realizar un cambio en los recorridos habituales es siempre una buena idea. "Recomendaría a todos que prueben diferentes terrenos y entornos a la hora de correr para averiguar qué es lo mejor para ellos", aconseja el médico deportivo Graumann.
Un buen desafío:
Sin tiempo: La principal diferencia entre una carrera de montaña y otra sobre asfalto (además del terreno, por supuesto) puede que sea el ritmo. Olvidate de la idea que tenías hasta ahora sobre los tiempos. A partir de ahora, pensarás más en la distancia que en el tiempo.
Más lento: De hecho, lo primero que tenés que saber es que probablemente tardes el doble de tiempo en hacer la misma distancia en montaña que sobre asfalto. Por lo tanto, tendrás que cambiar tus expectativas y asumir que vas a ir más lento, disfrutando del paisaje.
En carrera: Cuando corrés una carrera de este tipo, debés planteártela más como una lucha contra la naturaleza que como una lucha contra el cronómetro. Tenés que ser capaz de adaptar tu esfuerzo al terreno en el que estás corriendo. En terrenos llanos es más fácil mantener un cierto ritmo, pero si vas subiendo por la montaña y tratás de mantener un ritmo constante, terminarás muy cansada. La premisa será ir lento, pero seguro.
Fuente: runnersworld.com
at Redacción Mía
Comentarios