Thursday 28 de March de 2024
SALUD | 14-09-2021 10:20

Síndrome de piernas inquietas: Consejos para tratarlo

Con múltiples causas, es una enfermedad poco conocida pero frecuente, que provoca la necesidad irresistible de mover las piernas en especial a la noche. Cómo enfrentarla.

El síndrome de piernas inquietas (SPI) es un trastorno del sistema nervioso que se caracteriza por la necesidad imperiosa e irresistible de mover las piernas cuando están en reposo. A pesar de las numerosas investigaciones para determinar las causas del síndrome, los resultados aún no son concluyentes y todavía no hay una causa clara.

El síndrome puede ser primario, heredado de un familiar o secundario a otra enfermedad como diabetes, artritis, insuficiencia renal crónica o anemia, entre otras.

Es habitual que el síndrome primario se dé en miembros de la misma familia. Más del 50 por ciento de los pacientes tiene al menos un familiar de primer grado (hermanos, padres o hijos) afectado. Si bien tanto niños como adultos pueden padecerlo, la incidencia aumenta en personas mayores.

La cafeína incrementa los síntomas del SPI. Se deben evitar los productos que la incluyen, como el café, té y bebidas cola. También limitar el chocolate y el alcohol
ALIVIO: Tomar un baño tibio y masajear las piernas ayudará a relajar los músculos y prevenir.

Síntomas:

La necesidad irresistible de mover las piernas es el síntoma principal como consecuencia de una sensación molesta y desagradable en el interior de las piernas.

Los pacientes lo describen como hormigueo, "bichos que caminan", picazón, escalofrío, quemazón o desasosiego. Los síntomas generalmente aparecen cuando la persona se encuentra en reposo o relajada y se reducen mediante el movimiento voluntario de las piernas o de la zona afectada.

Generalmente, la necesidad de mover las piernas empeora por la tarde y la noche al momento de acostarse. El síndrome puede llegar a afectar a la calidad de vida de las personas que lo padecen ya que impide conciliar o mantener el sueño y produce síntomas sensitivos desagradables cuando la persona se relaja, quien suele estar más cansada de lo normal, lo que puede afectar su capacidad laboral y social e incluso generar cambios de humor.

Diagnóstico:

En la actualidad no existe ninguna prueba de laboratorio que pueda confirmar el diagnóstico. El médico examinará al paciente clínicamente y al detectar síntomas del síndrome podrá diagnosticar al paciente. Además, se pueden descartar las causas secundarias mediante exámenes de laboratorio buscando déficit de hierro y un buen examen físico.

La cafeína incrementa los síntomas del SPI. Se deben evitar los productos que la incluyen, como el café, té y bebidas cola. También limitar el chocolate y el alcohol
Cuidado: Hacer ejercicio moderado y regular puede aliviar los síntomas, pero exagerar o practicarlo demasiado tarde puede intensificarlos.

Cómo mejorar:

Elegir un estilo de vida saludable, eliminar las sustancias que facilitan los síntomas (café, té y refrescos excitantes), tomar los suplementos vitamínicos (vitamina B) y minerales necesarios (hierro, magnesio, potasio y calcio) cuando sea indicado y prescripto por el médico y ocuparse en actividades autodirigidas (caminar, estirarse, tomar baños fríos o calientes, etc).

La fatiga y la somnolencia tienden a empeorar los síntomas del SPI, por lo que llevar a cabo un programa de buena higiene de sueño (acostarse y levantarse a la misma hora, y, en lo posible, tener un entorno de sueño tranquilo y cómodo) debería ser un primer paso para resolver sus síntomas.

Puede ayudar a combatir el síndrome de las piernas inquietas hacer ejercicios, masajear los miembros, aplicar frío o calor, usar técnicas de vibración, la acupuntura, y la práctica de técnicas de relajación (biofeedback, meditación o yoga). Aunque estas medidas son de ayuda, en general no solucionan el problema.

Si la causa del SPI es el déficit de alguna vitamina o mineral, se indicarán suplementos de hierro, ácido fólico, vitamina B, esto muchas veces es suficiente para reducir o aliviar los síntomas. Este tipo de suplementos sólo se deberían tomar bajo prescripción médica y luego de haber comprobado mediante análisis su carencia.

Si la causa del síndrome de las piernas inquietas es primaria (no hay déficit de vitaminas o minerales), se puede recurrir al tratamiento farmacológico. En los últimos años se ha producido una auténtica revolución en el tratamiento de esta enfermedad haciendo que en la mayoría de los casos el cuadro tenga una solución eficaz bajo la utilización de sustancias dopaminérgicas. Es posible que lleve varios intentos para encontrar el medicamento adecuado o la combinación de medicamentos que mejor se adapten a cada persona.

Una vez eliminadas las molestias, las personas afectadas notan en pocos días una mejoría del sueño y de su calidad de vida.

Recomendaciones que pueden ayudar:

No luchar contra los movimientos. No se debe intentar suprimir la necesidad de moverse ya que los síntomas pueden empeorar. Hacer ejercicios regularmente puede ayudar con la enfermedad y la sensación de control.

Comenzar y terminar el día estirándose. Las terapias complementarias pueden contribuir física y emocionalmente con el síndrome. La práctica de yoga, tai chi, musicoterapia y acupuntura son algunas de las opciones recomendadas.

Mantener la mente ocupada. Los síntomas del SPI pueden disminuirse al mantener la mente activa mediante juegos, lecturas y actividades.

at Redacción Mía

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