La tiamina o B1 fue la primera vitamina descubierta dentro del complejo de vitaminas B. Su presencia es necesaria para un crecimiento y desarrollo correcto, y es clave para el óptimo funcionamiento del corazón, la transmisión del impulso nervioso y la contracción muscular.
La química del beso, beneficios cuerpo-mente
Su intervención es tan importante, que de existir una carencia, las consecuencias pueden verse reflejadas en diversos aspectos del organismo, como por ejemplo: falta de apetito, depresión, irritabilidad, constipación, fatiga constante, y adormecimiento de piernas debido a la disminución de la presión arterial y de la temperatura del cuerpo. Además, su déficit puede provocar beriberi, una enfermedad que se caracteriza por presentar debilidad muscular e inflamación del corazón y y el síndrome de Korsakoff.
Fuentes:
Carnes (en especial la de cerdo y el hígado de ternera)
Lácteos
Yema de huevo
Frutos secos
Cereales integrales y todos sus derivados
Naranjas
Papas, coles y espárragos
Sus funciones:
Colabora en la transformación de los alimentos en energía.
Beneficia la absorción de glucosa por parte del cerebro, permitiendo que éste funcione correctamente.
Protege la vista previniendo enfermedades como el glaucoma.
Indispensable para el crecimiento y el cuidado de la piel.
Fundamental para el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Interviene en casos de cansancio físico, irritabilidad, falta de concentración, pérdida de memoria y depresión.
Recomendaciones:
Para favorecer la absorción de tiamina, es importante la ingesta de vitamina C y de las otras vitaminas del grupo B.
Si se quiere aumentar la presencia de tiamina en el organismo, evitar el consumo de té o café después de las comidas, ya que los taninos presentes en estas bebidas inhiben su absorción.
Cuidar el tiempo de cocción de los alimentos, dado que al ser una vitamina hidrosoluble, pueden perderse nutrientes.
at Redacción Mía
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