Con solo tres casos en todo el mundo como antecedente, en el Sanatorio Otamendi de la ciudad de Buenos Aires nació el 24 de septiembre Giovanna, una beba concebida mediante el método de fertilidad denominado comúnmente “de tres padres”.
La química del beso, beneficios cuerpo-mente
Se trata de una técnica donde se utiliza el óvulo de una donante y el material genético de la madre y el padre. La beba nació por cesárea con un peso de 3,255 kg dando lugar al primer nacimiento de Sudamérica con esta técnica de reproducción asistida, informó el médico ginecólogo y obstetra a cargo del parto, Aníbal Dal Verme (MN 72237).
"Fue una cesárea programada a las 38 semanas. Fueron nueve meses de perfecta evolución, con control estricto y mucha contención", precisó Dal Verme, y aseguró que tanto la madre como la niña están en buen estado de salud.
Cómo se realiza:
Bajo el nombre de “transferencia de huso”, en esta técnica “se toma el óvulo o el ovocito de una donante, se le extrae el material genético y se lo reemplaza por el material genético de la paciente que va a hacer el procedimiento. Así se obtiene un ovocito reconstituido que tiene toda la maquinaria metabólica del ovocito joven y el ADN de la paciente”, explicó Ariel Ahumada, director del Laboratorio de Embriología del centro de medicina reproductiva Procrearte que trató el caso.
“Conseguimos tras largos meses de trabajo implementar la técnica de transferen cia de huso y somos el primer centro latinoamericano en aplicarla a una paciente con éxito, obteniendo el primer nacido vivo sano”, aseguró el doctor en Ciencias Biológicas en diálogo con la agencia Télam.
Asimismo, destacó que es el procedimiento de "mayor complejidad técnica en los centros de reproducción y solo unos cuantos laboratorios en el mundo la han podido implementar".
El profesional indicó que ocurrieron solo otros tres nacimientos en el mundo a través de esta técnica, siendo el primero en México con una paciente y un equipo médico estadounidenses.
El método ganó popularidad como “tres padres”, aunque los especialistas rechazan este término argumentando que los niños nacidos gracias a esta técnica no tiene el ADN nuclear de la donante del óvulo sino ADN mitocondrial (presente en menos de un 1 por ciento en el niño).
En 2019 Gloria Calderón, bióloga, directora y cofundadora de Embryotools, le decía a la BBC: “¿'Niño con tres padres’? ¿Llamaríamos a una persona con un trasplante de riñón ‘individuo formado por dos individuos’? Pues es lo mismo”.
Una esperanza:
Ahumada destacó que esta técnica aún no se encuentra contemplada por el Ministerio de Salud Nacional, el centro de medicina Procrearte aplicó un protocolo especial, con el consentimiento de los pacientes, para aplicar “un seguimiento muy exhaustivo del embarazo”.
En palabras del director del Laboratorio de Embriología, con este procedimiento “la paciente no tiene que renunciar a su identidad genética y esa es la gran innovación de esta técnica”, ya que con la ovodonación la madre debe renunciar a esta posibilidad. El especialista también recalcó que este nacimiento “alienta a poder implementarlo en otros casos de infertilidad”.
Las ventajas:
La técnica de transferencia de huso materno se consigue al extraer el huso meiótico o núcleo de un ovocito de una mujer que sea portadora de mutaciones en su ADN mitocondrial.
Una vez extraído el núcleo, se introduce en el óvulo de una donante sana al cual también se le ha extraído su núcleo original. Tras ello, el óvulo de la donante es fecundado con el esperma de la pareja de la paciente.
Esta nueva técnica tiene dos claras ventajas sobre la ovodonación:
Más del 99 % de la carga genética del bebé concebido mediante la técnica provienen de su madre y padre biológicos, no de la donante.
En el caso de que el bebé fuera varón, la parte de ADN mitocondrial que aporta la donante no se transmitiría a las futuras generaciones.
La historia de Giovanna:
Después de años de búsqueda y de distintos tratamientos de fertilidad Camila Rossello (31) y Cristian Destéfano (34) lograron su sueño y tuvieron a Giovanna en el Sanatorio Otamendi, asistida por su médico ginecólogo y obstetra, Aníbal Dal Verme (60). “No me entra la felicidad en el cuerpo”, describió acerca del nacimiento de su bebé.
Camila cuenta que empezaron a buscar un hijo cuando ella tenía 24 años. Dos años después, llegaron a una clínica de fertilidad y probaron dos tratamientos que no dieron resultado, hasta que un día, Ariel Ahumada, director del Laboratorio de Embriología, les comentó acerca del método “de tres padres”. “Me dio esperanza. Lo hablamos con Cristian y decidimos probar”, afirmó acerca del procedimiento que convirtió a su bebé en el primero de Sudamérica que llegó al mundo a través de esta técnica.
at Redacción Mía
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