Las semillas de chía hoy son protagonistas de la dieta y tienen mucho para ofrecer.
La química del beso, beneficios cuerpo-mente
Ricas en omega 3:
Son una buena fuente de vitaminas del grupo B y de minerales como calcio y fósforo. Su contenido en proteínas es alrededor del 20 por ciento. Son ricas en aceites poliinsaturados del tipo omega-3, un ácido graso esencial con propiedades antiinflamatorias, antitrombóticas y vasodilatadoras.
Efecto laxante:
Su fibra las hace aliadas para tratar el estreñimiento y la diverticulosis. En todos los casos, se debe beber mucha agua tras su consumo. Como laxante, la chía se toma macerada en agua o mezclada con jugo o yogur. Otra opción es prepararla en decocción y beber la infusión.
Para la fertilidad:
Las semillas de chía, junto con las de lino y las de cáñamo son fuente de grasas omega-3, muy necesarias para la óptima maduración del óvulo y, después, para el desarrollo del cerebro y la retina del feto. Esto las hace beneficiosas para quienes desean ser mamás. Con este fin, hay que consumirlas molidas para aprovecharlas bien. Agregar dos cucharadas en cualquier plato, yogur o jugo.
Utiles en la diabetes:
Son un buen complemento en la alimentación de las personas con diabetes. Ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre porque la fibra captura parte de esos azúcares y los libera lentamente, lo que evita que haya picos de glucosa e insulina en sangre. También tienen efectos beneficiosos en la artritis reumatoide y el asma.
Amigas del corazón:
Son un recurso de primer orden para reducir los triglicéridos y el colesterol LDL en sangre, al tiempo que incrementa el colesterol HDL (el bueno). Reducen el riesgo de trombos, la agregación plaquetaria y la viscosidad sanguínea. Son un gran apoyo en el control de la presión sanguínea y la prevención del ACV.
Cuida los huesos:
Con solo 30 gramos de chía obtenemos el 20 por ciento de la cantidad de calcio recomendada, un mineral indispensable para mantener la masa y estructura ósea. También aporta boro, que ayuda a metabolizar el calcio.
Usos en la cocina:
Las semillas molidas se utilizan para condimentar guisos y en pastelería. En la cocina vegana se usan molidas y mezcladas con un poco de agua, para sustituir el huevo. La harina es adecuada para celíacos, porque no contiene gluten. En México se bebe el agua de chía: jugo de limón, azúcar, agua y semillas de chía. Se sirve muy fría.
at Redacción Mía
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