Sus nutrientes:
La química del beso, beneficios cuerpo-mente
En cuanto a minerales, la frambuesa aporta cantidades significativas de manganeso (hasta un 34% del aporte mínimo recomendado al día), hierro, magnesio, fósforo, calcio y potasio, y es baja en sodio. Se destaca por su contenido en vitaminas y ácidos orgánicos: betacaroteno, vitamina C, ácido fólico, ácidos cítrico, salicílico, málico, tartárico y en especial vitamina E. Una porción de 200 g de frambuesas cubre el 75% de las necesidades diarias de vitamina E.
Depurativas:
Sus ácidos orgánicos y oligoelementos ejercen una acción desintoxicante, muy apreciada en personas con reuma y gota, así como para dietas de adelgazamiento. Mejora además las digestiones lentas.
Estimulan el apetito:
Durante el verano, su momento mejor, es tónica y aperitiva, es decir, estimula el apetito.
Combaten el cansancio:
Su riqueza nutritiva hace que las frambuesas sean apropiadas para consumirlas en caso de fatiga primaveral, mientras que su elevado porcentaje de agua las convierte, tomadas en crudo, en ideales para la hidratación y limpieza del organismo.
Reducen el colesterol:
Las grasas presentes en sus semillas, si bien son escasas, resultan muy recomendables.
Unidas a su fibra soluble (pectina), a sus compuestos antioxidantes, como la vitamina E, y a su bajo contenido en sodio, convierten a la frambuesa en un alimento adecuado para el control del colesterol, la hipertensión y los trastornos cardiovasculares.
Ricas en fibra:
Su fibra soluble ayuda a mejorar el tránsito intestinal. Pero además, ejerce un efecto inhibidor sobre sustancias potencialmente perjudiciales para el organismo, como el colesterol o los ácidos biliares
at Redacción Mía
Comentarios