Pueden ser tan fuertes que lleguen a alcanzar hasta 90 decibelios, lo cual sería equiparable al ruido que hace un camión circulando a gran velocidad. Se trata de los ronquidos, que afectan con mayor frecuencia a los hombres, pero también a las mujeres, especialmente después de la menopausia.
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Además de ser molestos es importante que la persona que los padece consulte con el médico, ya que a veces el hecho de roncar esconde una enfermedad llamada síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS).
En este caso, los ronquidos sí se acompañan de una interrupción de la respiración durante un tiempo, que puede variar de segundos a minutos. Esto provoca que la persona no descanse adecuadamente y puede llegar a causar enfermedades.
Tratamientos:
La solución dependerá del origen de los ronquidos, aunque no siempre se detecta la causa. Algunas personas pueden roncar durante toda la vida, sin saber por qué y sin tener ningún problema.
• Sin embargo, una de las causas principales es el sobrepeso, por lo que el simple hecho de adelgazar puede terminar con el problema. Esto se produce porque en las personas que sufren obesidad, la grasa se acumula alrededor de la laringe y del cuello, lo que causa la compresión de las vías respiratorias y la consiguiente emisión de los ronquidos.
• Otra de las causas puede ser una obstrucción nasal, como ocurre en el caso de las personas que sufren alergias. Las tiras nasales que venden en las farmacias pueden dilatar ligeramente las fosas, facilitando que el aire fluya con menor dificultad y mejorando el problema.
• Si la persona sufre síndrome de apnea obstructiva del sueño, es necesario que duerma con una máquina llamada CPAP, que funciona distribuyendo aire mínimamente presurizado durante la respiración. Esto mantiene la tráquea abierta, evitando las obstrucciones de aire y, por lo tanto, los ronquidos.
• En otros casos, como cuando existe un tabique nasal desviado, pólipos en la nariz, amígdalas excesivamente grandes o malformaciones del paladar, la cirugía puede ser la única opción para acabar con el problema. Consultar con el especialista.
Consejos prácticos:
En los casos leves se pueden reducir o evitar los ronquidos tomando algunas precauciones:
Dormir de costado o boca abajo, ya que boca arriba hace que la lengua caiga hacia atrás y facilita que la boca esté entreabierta, causando más ruido.
Elevar la cabecera de la cama o dormir con una almohada más alta.
Cenar liviano y un par de horas antes de acostarse.
No fumar ni abusar del alcohol.
No tomar medicamentos para dormir, como somníferos y antihistamínicos, ya que actúan sobre el sistema nervioso central produciendo relajación de los músculos, y con ello, más ronquidos.
at Redacción Mía
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