Friday 26 de April de 2024
SALUD | 10-03-2022 14:36

Cómo tratar el trastorno bipolar

Es el resultado de la combinación de una serie de factores genéticos, psicológicos y bioquímicos y se caracteriza por la alternancia de períodos de euforia con estados depresivos.

El trastorno bipolar (antiguamente conocido como enfermedad maníaco-depresiva) es una enfermedad mental crónica que se caracteriza por oscilaciones más o menos drásticas en el estado de ánimo. Estos cambios en el estado de ánimo no obedecen a estímulos o causas externas -aunque estas pueden ser factores desencadenantes-, sino que se originan porque los mecanismos que regulan el ánimo están alterados y la persona ha perdido el control sobre su humor.

Ello la lleva a vivir periodos en los que siente una euforia desorbitada (manía) a los que siguen otros depresivos o mixtos. Por suerte, es una de las enfermedades mentales más tratables, tanto con medicación, como con psicoterapia u otras estrategias terapéuticas.

Tratamiento:

Es fundamental tratar el trastorno bipolar con el fin tanto de controlar los síntomas como de mantener estable el ánimo del paciente durante largos períodos de tiempo y, de esta manera, aumentar la calidad de vida en el día a día del paciente.

Medicación: debe ser prescrita por un psiquiatra. Generalmente, se recurre al principio a fármacos estabilizadores del estado de ánimo. Uno de los más conocidos y utilizados es el litio, que puede ayudar a reducir la gravedad los episodios anímicos si aparecen o incluso a evitar que lo hagan. Sus niveles deben controlarse estrecha y periódicamente por el médico, ya que un exceso en sangre puede resultar tóxico y un nivel bajo, ineficaz. A veces, en función de la sintomatología, es necesario añadir otros, como antidepresivos, antipsicóticos o para facilitar el sueño o disminuir la ansiedad.

Psicoterapia: es una parte fundamental del tratamiento. Puede realizarse tanto de forma individual como en familia o en grupo y existen varias opciones: la terapia interpersonal, la de ritmo social, la cognitivo conductual o la psicoceducación.

En cuanto a otras estrategias de tratamiento, se puede mencionar la terapia electroconvulsiva, utilizada en algunos casos graves, cuando han fracasado los tratamientos anteriores y se precisa una mejoría rápida o la situación en la que se encuentra el paciente supone una amenaza para la vida. Por otra parte, el ejercicio regular ayuda con la depresión y la ansiedad y promueve el sueño profundo, al tiempo que llevar un diario que contemple la evolución de la enfermedad puede ayudar para un mejor seguimiento y ajuste del tratamiento

 

at Redacción Mía

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