Saturday 20 de April de 2024
SALUD | 28-10-2020 15:39

ACV, la importancia de actuar con velocidad

El 29 de octubre es el Día Mundial de Lucha contra el Accidente Cerebro Vascular (ACV) y se realizarán campañas con el objeto de concientizar acerca de la detección temprana de los síntomas, la pronta atención y la prevención.

Ante un ACV cada segundo cuenta: pueden perderse 2,03 millones de neuronas de forma permanente en cada minuto luego de un ACV, de ahí la importancia de actuar con velocidad. En Argentina, se producen aproximadamente 60.000 nuevos casos de ACV por año, siendo esta la primera causa de discapacidad y la tercera de muerte.

El ACV es una emergencia médica, igual que si tengo un dolor de pecho, un traumatismo grave o un paro cardíaco.
Tiene la misma necesidad de atención tiempo-dependiente. Un cambio de paradigma es entender que el ACV es una emergencia”, dice el doctor Adolfo Savia, jefe del Servicio de Emergencias del Sanatorio Anchorena de Buenos Aires, y agrega “entre ocho y diez minutos es el tiempo en el que ante un caso de ACV o paro cardíaco, tiene que estar la ambulancia en contacto con el paciente
”.

Cómo reconocerlo:

Hay tres síntomas neurológicos que se han establecido como los más comunes de alerta de ACV. El primero, es la presencia de una asimetría de la cara, ocurre lo que se llama una parálisis facial. El segundo, es la pérdida de fuerza de un brazo, una mano o una pierna, siempre de manera unilateral. El tercer síntoma es un trastorno del habla, ya sea que el paciente no entienda lo que otro le dice, o que tenga un habla inentendible.

Estos tres síntomas principalmente nos sugieren que hay que hacer algo rápido con este paciente. Por iniciativa de Angels, se ha hecho el acrónimo ACV: Actúa Con Velocidad, es decir: ante la presencia de estos síntomas hay que actuar con velocidad en el sentido de llevar al paciente a un servicio de urgencia.

Angels es una iniciativa no promocional de cuidado de la salud desarrollada por Boehringer Ingelheim y avalada por la Sociedad Europea de Stroke, la Organización Mundial de Stroke y la Sociedad Iberoamericana de Enfermedades Cardiovasculares, entre otras sociedades científicas y tiene como objetivo mejorar el cuidado del paciente con ACV.

Factores de riesgo y prevención:

Si bien algunas patologías de base pueden ser condicionantes para el desarrollo del ACV, como lo es tener una fibrilación auricular, la mayor parte de los factores de riesgo se encuentran asociados al estilo de vida. Entre ellos se encuentran: la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, el colesterol, el estrés, el tabaquismo, el sedentarismo y la mala alimentación.

La hipertensión arterial es el de mayor frecuencia entre quienes sufren un ACV. Tener la presión arterial controlada
y en los valores adecuados, disminuye en un 30 a 40 por ciento las posibilidades de tener esta enfermedad
”, señaló la Dra. María Martha Esnaola, Neuróloga del Hospital Dr. César Milstein y del Sanatorio Mater Dei.

"Una dieta saludable ayuda a mantener un peso adecuado, disminuir la presión arterial, la diabetes y el colesterol. Con un modelo de alimentación estilo mediterráneo, basado en el consumo de vegetales, con pocas cantidades de carne y abundante pescado las personas pueden llegar a un balance en su dieta y evitar las comorbilidades de riesgo del ACV”, señaló la Dra. Esnaola y agregó que “los problemas de salud mental y el estrés aumentan al menos dos veces el riesgo de sufrir un ACV, especialmente en adultos y adultos mayores; por eso es importante no solo cuidar de manera integral la salud física sino también la mental y la emocional”.

Ante una emergencia, existen dos tipos de personas: aquellas que se bloquean y las que reaccionan a tiempo.
No entrar en pánico te permitirá buscar asistencia médica inmediata para la persona que está sufriendo un ACV.

Señales para reconocer un accidente cerebro vascular:

  • Problemas repentinos al caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación.
  • Problemas de visión en uno o ambos ojos.
  • Entumecimiento repentino de uno de los brazos.
  • Debilidad de uno de los lados del rostro.
  • Dificultades repentinas en el habla y la comprensión.
  • Dolor de cabeza repentino y severo sin causa previa identificable.

Tené en cuenta que en cada persona se presenta de diferente manera. Es posible que no se manifiesten todos
estos síntomas en simultáneo, es posible que se presente uno o más a la vez. Lo importante es que no pierdas tiempo y acudas a la guardia sin demora.

at Redacción Mía

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