Friday 29 de March de 2024
SALUD | 21-01-2020 12:20

Cansancio o déficit de hierro: ¿cuándo son útiles los suplementos?

La fatiga es muy habitual y esto hace que muchas veces las personas acudan a la farmacia en búsqueda de algún complejo vitamínico.

Por Kristina Thomas (especial de la agencia DPA)

En general en invierno- aunque puede ocurrir en todas las estaciones- la fatiga es muy habitual y esto conduce a que muchas personas decidan acercarse a una farmacia en busca de algún remedio que ayude a recuperar el tono corporal, que frecuentemente se encuentra en los complementos con hierro.

La profesora Georgia Metzgeroth, médica jefe de hematología y oncología del Hospital Universitario de Mannheim, en el oeste de Alemania, afirma que "los suplementos con hierro de venta sin receta presentan dosis demasiado bajas para tratar eficazmente la deficiencia de hierro o incluso la anemia por falta de hierro".

"Si se observan con detenimiento los prospectos de los medicamentos, siempre se trata de mantener la función 'normal'", explica Angela Clausen, del centro de asesoramiento al consumidor de Renania del Norte-Westfalia, en Alemania.

¿Es la falta de hierro una enfermedad común?

"La falta de hierro sigue siendo el síntoma de deficiencia más común en todo el mundo. En Europa afecta a un 10 por ciento de la población. Entre las mujeres, la cifra alcanza el 20 por ciento", precisó Mezgeroth.

La experta aconseja no tomar hierro preventivamente: Si uno se siente cansado, falto de ánimo y pálido, es decir, los típicos síntomas de anemia, entonces debe acudir al médico, quien debe comprobar si se trata realmente de una deficiencia de hierro.

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"El hierro es necesario para todo. Como oligoelemento vital está implicado en la formación de la sangre y en el desarrollo neurológico. También desempeña un papel clave en numerosos procesos metabólicos", asegura la hematóloga.

Los síntomas de la falta de hierro tardan en aparecer

Al principio, no hay percepción de la falta de hierro, porque el organismo recurre primero a sus reservas, explica Metzgeroth.

Solo cuando se ingiere muy poco hierro durante un período de tiempo largo se produce la deficiencia. Los primeros síntomas son piel seca, fragilidad del cabello y las uñas, grietas en las comisuras de la boca y mayor sensibilidad a las infecciones.

Una vez que aparecen los síntomas –cansancio, debilidad general, problemas de concentración o un trastorno en la regulación de la temperatura corporal-, se deben tomar medidas contra la anemia.

La menstruación es un factor de riesgo

En Alemania, solo el 0,6 por ciento de la población padece una verdadera anemia por falta de hierro. Por ello solo deben prevenirla los grupos de mayor riesgo.

Según Metzgeroth, las niñas y mujeres en edad fértil y las mujeres embarazadas tienen mayor necesidad: "Al dar a luz, una mujer pierde aproximadamente un gramo de hierro. Y en cada menstruación también se pierde hierro. Es por eso que las mujeres generalmente tienen menos hierro que los hombres".

Los deportistas que desarrollan sus músculos, así como los niños y jóvenes en período de crecimiento, también necesitan más hierro.

Los vegetarianos no son un grupo de riesgo

La reducción de la absorción de hierro puede ser causada por enfermedades, pero también por algunos medicamentos.

Otra de las causas más comunes es una dieta desequilibrada. Los vegetarianos y veganos no son un grupo de riesgo, pero sí los consumidores de comida basura y aquellos que combinan incorrectamente los alimentos.

"Es cierto que el cuerpo puede absorber mejor el hierro de los alimentos animales que el de los vegetales. Lo que no significa que uno tenga que presentar automáticamente un déficit por ser vegetariano o vegano", explica la especialista Antje Gahl, de la Sociedad Alemana de Nutrición (DGE).

Hasta las verduras son ricas en hierro

Para prevenir la deficiencia de hierro, la DGE recomienda un consumo de hierro de 10 miligramos por día para los hombres y 15 miligramos por día para las mujeres. Esto se puede lograr fácilmente a través de una dieta sana y equilibrada.

"Nuestras fuentes más importantes de ingesta de hierro -en términos de cantidad, frecuencia de consumo y contenido- son el pan, la carne, los embutidos y las verduras", dice la nutricionista.

Son ricos en hierro las setas rebozuelos, las espinacas, el salsifí negro, las lentejas, la carne de vacuno, el filete de cerdo, los copos de avena, el centeno y el pan de trigo integral.

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