1. ¿Qué es la fibromialgia?
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Es una enfermedad caracterizada por dolor musculoesquelético generalizado y sensación dolorosa a la presión en determinados puntos específicos (puntos dolorosos).
Si bien este dolor se parece al originado en las articulaciones, no es una enfermedad articular. Sin embargo, como son manifestaciones que no se ven, es común que, en el entorno laboral, los amigos, inclusive las familias no les crean a los pacientes lo que relatan. Esto contribuye a que ellos se sientan incomprendidos, lo que no hace más que añadir más carga a la enfermedad que padecen.
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Puede presentarse como única alteración - lo que se llama fibromialgia primaria - o asociada a otras enfermedades, fibromialgia concomitante. Forma parte de los síndromes sensitivos centrales, que son enfermedades en las que no aparecen datos en laboratorios y solo el experto en la materia, bajo un examen minucioso, logra el diagnóstico. El dolor no es el único síntoma. La dificultad para rendir intelectualmente, llamada fibrofog, puede ser hasta más grave que el dolor mismo.
2. ¿Quiénes tienen más riesgos?
La fibromialgia la padece entre el 2 y el 6 por ciento de la población mundial y se da más que nada en mujeres, entre 20 y 50 años, siendo la causa más frecuente de dolor osteomuscular generalizado y crónico. También puede presentarse en niños y adultos, sobre todo en aquellos que hayan atravesado situaciones estresantes y traumatizantes. Es una enfermedad que suele aparecer luego de procesos virales, internaciones o situaciones de duelo o pérdidas importantes.
3. ¿Cuáles son sus síntomas?
Dolor generalizado: es intenso y en todo el cuerpo. Suele ser más fuerte en la mañana y en aquellos músculos utilizados de forma repetitiva.
Trastornos del sueño: el problema no radica en conciliar el sueño, sino en que éste no resulta reparador. Esto se debe a interrupciones en el sueño profundo, bruxismo, o mioclonía (movimientos bruscos e involuntarios de las extremidades), entre otros motivos.
Cansancio: refiere al estado físico y mental. Se refleja en la falta de energía y de ganas.
Cefaleas: pueden ser frecuentes, así como los mareos o una sensación de inestabilidad.
Se puede notar sequedad en las mucosas de boca y ojos.
Contracturas musculares, así como pies y manos fríos, son otros síntomas.
Alteraciones en el estado de ánimo, principalmente depresión y ansiedad también son frecuentes.
Otros síntomas: síndrome del intestino irritable (estreñimiento, diarrea, dolor abdominal), rigidez en las articulaciones, problemas de memoria y concentración, migrañas tensionales, entumecimiento y sensación de hormigueo en manos y pies, entre otros.
4. ¿Cómo es el diagnóstico?
Se basa en descartar cualquier otra patología mediante exámenes clínicos. A pesar de ser considerados insuficientes, existen dos criterios aprobados por el Colegio Americano de Reumatología:
1. Presentar dolor crónico y generalizado por más de 3 meses.
2. Sentir dolor al ejercer presión en al menos 11 de los 18 “puntos sensibles”. Así se les llama a ciertas áreas del cuerpo, hipersensibles al tacto cuando se padece fibromialgia. Algunas de ellas son: rodillas, tórax, cuello, hombros, codos, nalgas y muslos.
5. ¿Cómo es el tratamiento?
Aún no se ha encontrado una cura. Sin embargo, es importante realizar un tratamiento médico para aliviar los dolores y síntomas. El médico puede prescribir determinados medicamentos contra el dolor, como analgésicos, antiinflamatorios o relajantes musculares, así como ansiolíticos, antidepresivos y anticonvulsivantes, cuyo objetivo es mejorar el estado del paciente.
El tratamiento se basa también en:
Ejercicio moderado y progresivo, como por ejemplo natación, caminatas y bicicleta en superficie plana.
Técnicas de relajación y corrección en las alteraciones de sueño.
Evitar situaciones estresantes y bebidas estimulantes, respetar los horarios de sueño y mantener una buena nutrición. Es recomendable excluir de la dieta gluten, lácteos, sal, azúcar y alimentos que contengan aditivos químicos (conservantes, glutamato, saborizantes, colorantes). Tener presente que un aumento de peso puede influenciar negativamente en los síntomas.
Educación y asistencia psicológica para conocer la enfermedad.
Evitar mantener la misma posición por más de veinte minutos, especialmente los que mantengan elevados cabeza y brazos especialmente al usar computadora y teléfonos.
Evitar sobreesfuerzos y excesos de tareas. No automedicarse para evitar enmascarar los síntomas y consultar al médico de confianza.
Si es posible, tomar sol; contribuirá a favorecer el estado de ánimo y ayuda a sintetizar la vitamina D.
Realizar ejercicios de respiración, meditación y relajación. Pueden contribuir a serenarse y a conciliar el sueño. Es importante establecer las mejores condiciones para un sueño reparador. Tener una cama no excesivamente blanda ni excesivamente dura, así como una almohada baja. Evitar las temperaturas extremas, los ruidos y luces.
6.¿Cómo se relaciona con el estrés?
El estrés cumple un rol importante en la fibromialgia: la aparición de los primeros síntomas puede estar precedida de un detonante como una enfermedad, un accidente, la proximidad de sustancias químicas tóxicas, un sobreesfuerzo, una situación muy angustiante o algún trauma.
Mientras que cuando la enfermedad ya está manifiesta, al experimentar episodios que generen malestar emocional, cambios climáticos, nutrición inadecuada o grandes esfuerzos se pueden despertar nuevos brotes, por lo que a los pacientes se les recomienda asistir a terapia para poder reconocer estos patrones.
7. ¿Cuáles son los errores que suele cometer el enfermo?
No llevar un seguimiento del dolor. La fibromialgia provoca un dolor constante.
Llevar un diario ayuda a identificar ciertos patrones de mejoría, lo que hizo disminuir o empeorar los síntomas.
Negarse a tomar medicamentos de otras enfermedades. Muchos pacientes con fibromialgia también presentan depresión. No tomar los antidepresivos recetados por el especialista puede afectar negativamente al desarrollo de la enfermedad.
No atreverse a probar otras alternativas. Muchos tratamientos alternativos consiguen resultados positivos: el yoga, el taichi, hidroterapia, la meditación…
Negar la enfermedad no conduce a nada. Lo mejor es aceptarla, leer todo lo que se pueda y aprender de las técnicas de autoayuda de otros pacientes.
8. Los mitos:
La fibromialgia no es una enfermedad física, sino psicológica.
Los pacientes también sufren de depresión.
Los síntomas son culpa del enfermo.
Si no acabás con ella es porque sos débil.
Si te olvidás de los síntomas, estos desaparecerán.
at Redacción Mía
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