Tuesday 3 de December de 2024
MODA Y BELLEZA | 17-02-2021 11:31

Sérum facial, el concentrado antiarrugas

Este es el nuevo must de belleza para proteger tu piel de líneas de expresión, manchas y combatir la tez apagada. Conocé todo sobre el poder de los sérums, que con solo una gotita logran que tu piel vuelva a estar radiante.

El sérum facial nació como un producto antiedad y terminó convirtiéndose en un imprescindible en nuestra rutina de belleza gracias a su eficacia y poder reparador.

Qué es:

Un sérum es un producto de cosmética que se caracteriza por tener una alta concentración de activos en su fórmula, superior incluso a la de las cremas de su misma línea. Presenta una textura liviana, por lo que penetra con mucha facilidad en la piel, hidratándola intensamente. Se aplica tras la limpieza diaria, por la mañana y por la noche, justo antes de cualquier otro tratamiento. Se absorbe al instante y, como por lo general es oil-free, no deja residuos.

Sus efectos en la piel:

Aporta hidratación y elasticidad: mejora el tejido cutáneo lo que otorga mayor frescura y luminosidad.

Rellena las arrugas: gracias a sus componentes específicos, combate surcos y líneas de expresión.

Reafirma la piel: a medida que pasan los años, comienza la pérdida de volumen en el rostro. Este cuidado facial contribuye a redensificar la piel para frenar la temida flacidez.

Reduce la fatiga y la falta de luminosidad al reparar la piel y regenerarla.

También mejora su textura al cerrar poros y combatir la grasitud.

Sérum facial, el concentrado antiarrugas
Rutina de belleza: El orden de los pasos son: limpieza, tónico, sérum, contorno de ojos y crema de día o de noche.

No es lo mismo que la crema:

Las principales diferencias del sérum con una crema facial son: su formulación (más concentrada), su textura más ligera y la ausencia de factor de protección solar.

Estas características hacen que el sérum sea una base ideal para complementar la acción de las cremas de día y de noche ya que potencia los efectos de estos tratamientos. También es un producto perfecto como base de maquillaje gracias a su efecto unificador de la piel.

¿Sirve para todo el mundo?

Así es, afortunadamente. Sin ir más lejos, uno de los últimos lanzamientos de Dior estuvo dirigido a millennials, con Cara Delevingne, la famosa modelo y actriz, como imagen de la línea.

El sérum se puede utilizar en todo tipo de pieles, tanto grasas como secas. En el caso de pieles deshidratadas, les aporta esa hidratación extra y profunda que tanto necesitan.

Por otra parte, su textura ligera y en gel (en su mayoría, oil-free) hidrata la piel sin saturarla por lo que es ideal para pieles con tendencia grasa o mixtas. La mayoría de los dermatólogos también recomiendan su uso en personas con problemas de manchas o acné, según prescripción médica.

¿Cuándo empezar a usar sérum facial? A partir de los 30 años es cuando su utilización se vuelve imprescindible, ya que empiezan a aparecer los primeros signos del envejecimiento. El sérum ayuda a la regeneración celular y retrasa la aparición de las primeras arrugas.

Distintos tipos:

Existen con diferentes funciones: hidratantes, antimanchas, iluminadores, para pieles acneicas... Solo hay que pensar en el problema que te preocupa de tu piel y buscar en la etiqueta el ingrediente para solucionarlo. ¿Falta de luminosidad? Vitamina C. ¿Piel seca? Ácido hialurónico. ¿Granitos? Ácido salicílico. Te contamos las novedades.

El bestseller: el archiconocido Advanced Night Repair de Estée Lauder fue el primer suero que lanzó la industria cosmética. Esta fórmula, encapsulada en su icónica botellita de color ámbar (inspirada en los antiguos boticarios), nació en 1982 y fue pionera en la reparación nocturna de la piel. Actualmente, y con nueva fórmula, es el número uno en ventas a nivel mundial. ¿La clave? Ayuda a la piel a autorrepararse por la noche, reduciendo los principales signos de envejecimiento e hidratando en profundidad. Sirve para todas las pieles.

Con ácido hialurónico: deja la piel elástica e hidratada gracias a este componente que rellena las líneas finas y las arrugas porque forma un film sobre la superficie de la piel que retiene la humedad y la protege de la pérdida de agua.

Con vitamina C: consigue aumentar el colágeno natural de la piel e iluminarla. Posee gran poder antienvejecimiento. Combate las arrugas, las líneas de expresión y las manchas.

Con retinol: es un suero nocturno, porque contiene retinol, el ingrediente reparador preferido por los dermatólogos y que se usa por la noche porque es fotosensibilizante. ¿Qué significa? Que de utilizarse de día deberá ir acompañado sí o sí de factor solar 50.

Efecto peeling: es el producto estrella en todo Asia y se lo conoce popularmente como Little Blue Bottle, un potente sérum de textura muy acuosa y poder ultrapenetrante que le permite actuar en el estrato córneo de la piel. Su textura muy ligera y sus propiedades de peeling lo convierten casi en un tónico, de ahí que se considere como un presérum. La textura de la piel y su suavidad también mejoran como resultado de esa exfoliación que elimina la capa superficial de células muertas, suciedad y grasa, revelando la renovada piel que se esconde debajo.

Con factor de crecimiento: es el suero favorito de Karl Lagerfeld, procede de Islandia y tiene factor de crecimiento EGF, que ayuda a las células a multiplicarse. Los resultados, sobre todo en luminosidad y frescura, se notan casi desde el primer día.

Los otros sérums:

Más allá de las opciones faciales, existen sérums capilares, para pestañas, concentrados para el cuerpo, e incluso productos destinados a nuestra sonrisa. Comparten los mismos principios que los sueros faciales: alta concentración de activos y texturas livianas que ofrecen ventajas para su uso. Hacemos un repaso de los más utilizados:

Para el contorno de ojos: es el producto perfecto para una de las zonas más delicadas, con una piel ultrafina que está sometida a más de 10.000 parpadeos diarios, por lo tanto, más predispuesta a la formación de arruguitas. Vienen en texturas ligeras y refrescantes, que refrescan e iluminan la zona periocular.

Corporales: al contrario que en el rostro, los indicados para el cuerpo no son el paso previo a la crema, sino un tratamiento en sí mismo. Trasladan la acción antiedad de los faciales a la piel del cuerpo. De este modo, ofrecen un cuidado completo y profundo ante la deshidratación, la falta de firmeza, las imperfecciones y las estrías e incluso el fotoenvejecimiento.

Se aplican a diario sobre todo el cuerpo y no es necesario ponerse después una crema hidratante, salvo que se trate de una específica para una zona (celulitis de las piernas, por ejemplo). Lo ideal es poner el sérum con un enérgico masaje, siempre en sentido ascendente, hasta que se absorba por completo. Terminar con unas suaves presiones con las palmas de ambas manos.

Para el cabello: aporta todos los ingredientes necesarios, en versión concentrada, para lucir un pelo perfecto. Los hay para todos los gustos: antioxidantes, hidratantes, nutritivos, etc. según la necesidad de la cabellera.

Para las pestañas: son concentrados para añadir longitud, densidad y grosor a las pestañas y a las cejas. Existen con distintas funciones: los estimulantes de crecimiento, los humectantes o los revitalizadores.

Sérum dental: para regenerar el esmalte de los dientes. Los expertos consiguieron dos ingredientes, silicato de calcio y fosfato de sodio, que cuando se combinan, forman una estructura de cristales idéntica a la que compone el esmalte dental. El kit está compuesto por el sérum, un dentífrico y un enjuague bucal. El concentrado se debe aplicar cada mes, durante tres días seguidos.

Cómo aplicarlo para aprovechar sus virtudes:

Cuándo: siempre antes de tus cremas —tanto de día como de noche— y sobre la piel limpia, para que sus activos entren en contacto directo y que no exista una barrera previa que dificulte su absorción.

Cuánto: su textura superligera facilita mucho su absorción; por ello, con una pequeña cantidad de este producto será suficiente para cubrir tu rostro por completo.

Cómo: usá su aplicador para poner una gotita en la zona del pómulo y extender con las yemas de los dedos haciendo movimientos circulares y ascendentes y de alisado desde el interior hacia el exterior. También es apto (y muy aconsejable) para cuello y escote.

 

at Silvia Pardo

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