Friday 19 de April de 2024
MODA Y BELLEZA | 06-08-2021 13:16

Faciales y corporales: Geles y jabones: ¿Cuál elegir?

Con y sin perfume, hidratantes, con crema, exfoliantes... La elección resulta difícil. Te ayudamos a seleccionar el producto adecuado para tu rostro y cuerpo según las necesidades de tu piel, para lograr una higiene placentera y perfecta.

Uno de los momentos de relax de nuestro día es el baño. Es indiscutible el poder de descanso que nos brinda el agua en la ducha o en un baño de inmersión, junto a los perfumes y los efectos de limpieza e hidratación que ofrecen los distintos productos de belleza.

Pero ¿cómo elegir los mejores para nuestra piel? Para seleccionar jabones o geles corporales debemos guiarnos por las necesidades de nuestro tipo de piel, según si es seca, mixta, madura…. También importan los efectos que nos producen: el perfume, la espuma o la sensación en la piel luego del baño.

La Dra. Johanna Furlan, cirujana estética, MN 122.975, explica que "el jabón es uno de los productos más importantes en nuestra rutina de higiene y belleza y podemos encontrarlo en muchas versiones, en cuanto a sus formas, tamaños, su composición, presentaciones, etc. Pero a la hora de elegir el indicado debemos tener en cuenta dos requisitos: la zona corporal donde queremos utilizarlo y cuán sensible es nuestra piel".

Para optar por el producto adecuado debemos tener en cuenta cúan sencible es nuestra piel
BAÑO DE ESPUMA: Date el gusto de disfrutarlo con productos suavizantes y humectantes para la piel. Velas, música y relax.

Jabones faciales:

Sabemos que la piel es el órgano más grande del cuerpo, pero no en todas partes es del mismo tipo. De acuerdo a su localización, la estructura de la piel y el modo en que se comporta es diferente, entonces, elegir un jabón adecuado es fundamental.

"Para la piel del rostro, lo primero que debemos tener en cuenta es elegir un jabón que esté especialmente diseñado para el cuidado de esa zona en particular, ya sea que se presente en forma de barra sólida o en forma líquida. No debemos usar los jabones corporales en el rostro, ya que su formulación no es adecuada para la piel tan fina y sensible como la de la cara. Y otro factor muy importante es no usar productos en el rostro con altas dosis de fragancias, ya que el perfume es uno de los componentes que más irritación generan en la piel", afirma Furlan.

Corporales:

Si se busca un gel de ducha natural deberá tener un porcentaje de al menos un 90 por ciento del producto de origen natural. Los compuestos naturales pueden ser desde plantas y extractos (aloe, jengibre, coco, etc.), hasta minerales o agua. Idealmente, y para una elección más sostenible, cuanto más concentrado es el gel más interesante es, porque el agua puede ayudar a ajustar la consistencia deseada pero no debe diluirlos principios activos ni la base lavante.

En cuanto al jabón en barra, está compuesto principalmente por materias grasas que pueden ser de origen animal o vegetal, a las que luego se les añaden otros componentes, aromas, para pasar a las formas y los colores.

"En el caso de los jabones con materias grasas de origen animal, se trabajan junto a materias grasas de origen vegetal para formar un “combo” para el cuidado de la piel. Tradicionalmente se utiliza el aceite de coco, como materia grasa de origen vegetal, esta fruta contiene ácido láurico, que le brinda a la piel tonicidad, protección y suavidad, gracias a su acción reestructurante. No sólo limpia, sino que suaviza las capas dérmicas, a través de sus propiedades nutrientes y protectoras", explica la doctora.

Podemos encontrar también jabones con glicerina, que es un subproducto del proceso de saponificación de las grasas de origen animal utilizadas en su fabricación. "La glicerina es altamente hidratante por sus propiedades higroscópicas, es decir que absorben la humedad del aire. Ayuda mucho a hidratar pieles secas y escamadas. En muchos casos de alergias recomiendan su uso, pero siempre se debe considerar el grado de aplicación de fragancia que contiene cada jabón, especialmente en el caso de las pieles muy sensibles o alérgicas", señala Furlan.

La hidratación obligatoria:

Por supuesto, luego de la ducha, la aplicación de crema hidratante es un paso esencial. También se puede optar por una crema corporal bajo la ducha. Esta ayuda a la hidratación diaria de la piel de manera rápida y fácil. Sus ingredientes humectantes, como por ejemplo, el aceite de almendras, se activan al entrar en contacto con el agua logrando que la piel mojada los absorba inmediatamente. Luego, se procede a enjuagar y secarse la piel. No hay necesidad de volver a aplicar una crema corporal luego del baño. Es ideal para mujeres que no tienen tiempo y buscan una crema corporal funcional que pueda formar parte de su rutina diaria.

Ingredientes aliados:

Una piel sana y cuidada es muy agradecida: se mostrará suave, luminosa, elástica y sin picor ni tirantez. Y su cuidado es sencillo, ya que cuenta con un mecanismo de hidratación y regeneración natural, que solo si se ve alterado o a partir de cierta edad, necesitará cuidados extra con productos específicos.

En todas las demás pieles, el gesto diario que más influye en su función natural es la ducha o baño. Elegir buenos ingredientes es un paso fundamental. Te decimos cuáles son los mejores:

Avena: es un cereal que se utiliza desde la antigüedad en tratamientos para la piel, tanto por sus propiedades nutritivas como cosméticas. Se han realizado diversos estudios los cuales demostraron las propiedades humectantes, protectoras y nutritivas que actúan sobre la piel. De esta manera, gracias a las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de la harina de avena, su uso es altamente eficaz en una amplia variedad de enfermedades inflamatorias dermatológicas, tales como prurito, dermatitis atópica, erupciones, psoriasis, entre otras afecciones.

Glicerina: es el secreto para una piel feliz y saludable, ya que es un hidratante humectante que atrae el agua mientras ayuda a mantener la piel suave: dos beneficios en un solo ingrediente.

Coco: es un ingrediente hidratante muy valorado y perfecto para cosméticos suaves y untuosos. El gel de ducha con coco deja una suave película sobre la piel que mantiene su humedad natural y aporta nutrientes y ácidos grasos para una piel más elástica. La fragancia de coco es dulce y duradera.

El aceite de semillas de rosa mosqueta: de calidad orgánica, es rico en ácidos grasos insaturados y deja la piel suave y sedosa.

Flores de caléndula: tienen un color naranja claro a oscuro. Contienen diversos carotenoides, flavonoides y saponinas que brindan propiedades suavizantes y ayudan a la regeneración de la piel. La caléndula se recomienda para pieles sensibles, con irritación y acné, bebés y niños. Limpia sin remover la lubricación natural de la piel.

Cómo elegir un gel de ducha:

Si tenés la piel grasa, utilizar cualquier tipo de gel, siempre y cuando no sea muy agresivo ni provoque acné.

En el caso de que tengas la piel seca o tirante, lo ideal sería elegir un gel hidratante y nutritivo.

Si tu piel es propensa a las alergias, entonces escoger un gel para piel sensible hipoalergénico.

Si tu piel es sensible optar por limpiadores específicos sin jabón. En cuanto a su textura, el gel de baño debe poder enjuagarse con facilidad.

Desconfiá de los geles que producen demasiada espuma: puede ocurrir porque tiene mayor cantidad de detergente, siliconas y sustancias, algo que no hidratarán ni limpiarán más la piel, sino que aumentarán su sequedad, por lo que hay que fijarse bien en la etiqueta y en que el gel no incluya limpiadores muy agresivos, especialmente si tenemos la piel sensible. Solo así podremos mantener saludable el manto hidrolipídico de la piel.

Tips para el baño:

Cómo obtener todos los beneficios de este ritual de belleza.

Temperatura del agua: para un baño de noche relajante se puede hacer un baño de lavanda, sin superar los 38ºC como máximo. Para estimularnos lo mejor es un baño de romero a 34º C o 35º C.

Duración: 15 a 20 minutos para no deshidratar la piel ni afectar la circulación sanguínea.

Bebidas: una taza de infusión con hierbas o un vaso de limonada refrescante enriquecen el ritual.

Aceites para el cuerpo: después de un baño, la piel absorbe mejor. Los aceites corporales dejan la piel suave e hidratan. También ayudan a conservar la sensación de calor procurada por el baño de inmersión.

 

 

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