La huerta en casa
Ahora que estamos tan caseros, una buena idea es cultivar las verduras, hierbas aromáticas y hasta frutas en el jardín o en el balcón. Tomá en cuenta estas recomendaciones.
Por Redacción Mía
La planificación es la clave del éxito, aseguran los que saben cómo es tener una huerta en casa. Antes de ponerse a sembrar es decisivo observar el tipo de suelo, la ubicación y la información sobre lo que se quiere plantar.
En caso de contar con un espacio muy reducido, se recomienda cultivos como las lechugas, las hierbas, los tomates, los pepinos y los calabacines.
Consejos básicos:
• Buscar un lugar soleado, ya que la mayoría de las especies necesitan como mínimo seis horas diarias de sol directo, y orientado en dirección noreste, porque es la que más radiación solar recibe.
• Los cultivos altos deben plantarse hacia el sur u oeste de los cultivos más bajos, para evitar que la sombra afecte a otras plantas. Las macetas o recipientes a usar deben tener un buen drenaje.
• La tierra de cultivo debe ser fértil, suelta, esponjosa, bien aireada y poseer buena capacidad de retención de agua.
• Es importante respetar siempre las épocas de siembra de cada especie, para saber en qué momento es conveniente cultivar.
• Existen dos tipos de siembras posibles: la indirecta o en almácigo, y la directa.
La primera, implica la germinación en un entorno protegido de condiciones adversas y el posterior trasplante. Cuando la plantita creció el doble del tamaño del recipiente donde está, es el momento de trasplantar.
En cuanto a la siembra directa, se colocan las semillas en su lugar definitivo de cultivo, maceta o jardín
. • Es importante alternar plantas que requieran un suelo con gran contenido de nutrientes con las que precisen pocos nutrientes en dos superficies de tamaño idéntico. Entre las plantas que requieren muchos nutrientes están aquellas que producen verduras sobre la superficie, como ser tomates, pepinos, coles y calabacines.Las que generan frutos por debajo de la tierra, como zanahorias, puerro y rábanos, suelen requerir menos nutrientes. En esos casos podemos colocar la mitad de cantidad de abono.
• La mejor hora para regar es la mañana, ya que se minimiza la evaporación. Hay que tener cuidado con la acumulación de agua porque produce la asfixia de las raíces de las plantas.
• Es conveniente realizar cosechas regulares cada veinte o treinta días, y si es en verano es preferible que sea a la mañana temprano o tardecita
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