Saturday 27 de July de 2024
SALUD | 31-05-2021 08:15

Cómo superar el miedo al dentista

Para muchas personas es una tortura, sin embargo, no queda otra opción que sobreponerse. Hay que pensar en el beneficio que se logrará del tratamiento: una buena salud bucodental.

Este es un temor con consecuencias para nuestra salud. Pérdida de dientes, y deterioro del estado de la boca son algunos de los resultados de evitar la consulta al odontólogo por miedo y ansiedad. Pero ¿Qué es lo que genera esas reacciones?.

En muchos casos es el dolor -reforzado por malas experiencias anteriores, especialmente de niños-; o los pinchazos de la anestesia; en otros el hecho de la postura incómoda, mantener la boca abierta y que se le introduzcan en ella muchos aparatos; también la incertidumbre ante lo que se va a hacer; y, por qué no decirlo, el gasto que pueda suponer.

Los odontólogos son muy conscientes del miedo que sienten sus pacientes cuando van a la consulta y se forman para enfrentarlo. Pero, ¿Qué pueden hacer los propios pacientes para evitarlo?. Los expertos hacen algunas recomendaciones para superar este miedo.

Consejos antes de ir:

Identificar la razón del miedo: es importante reflexionar sobre las causas del propio miedo al dentista y analizarlas con tranquilidad.

Solicitar información puede ayudar a resolver dudas. También permite conocer el lugar al que se puede ir y ver cómo los pacientes que salen del consultorio lo hacen con tranquilidad.

Buscar un dentista o un centro odontológico de confianza: se puede preguntar a amigos y familiares que visiten habitualmente al odontólogo, para que nos recomienden alguno y cuenten su experiencia. Incluso se puede visitar la clínica antes de pedir el turno para ver si nos inspira confianza.

Pedir turno: cuanto antes sea la hora de la cita, menos oportunidades habrá de echarse atrás.

Prepararse mentalmente: una vez tomada la decisión, hay que evitar cualquier foco de ansiedad o estrés. Lo mejor es salir, dar un paseo, hablar con amigos…

Pedir a un amigo o familiar que nos acompañe: el ir acompañado refuerza la decisión de ir al dentista y facilita la distracción durante la espera.

La primera visita: la consulta con el odontólogo suele ser una revisión de la que saldrá un plan de tratamiento, por lo que no habrá ni pinchazos, ni actos dolorosos. Sin embargo, antes de ir conviene definir todo lo que se desea preguntar teniendo en cuenta los propios miedos.

En la consulta:

Avisar al dentista sobre nuestro temor. Decírselo al llegar a la consulta: no hay que sentir vergüenza por tener miedo.

Mientras se espera: lo mejor es abstraerse. Si se va acompañado la conversación permitirá distraerse. Si se va solo, lo mejor es tratar de distraerse leyendo, escuchando música, etc.

Hablar con el dentista: él sabrá cómo tranquilizar. Por ejemplo, se puede pactar una señal cuando se necesite una pausa o pedirle que explique cada paso de lo que hace.

Antes de salir, solicitar más información: consultar sobre los próximos procedimientos que se deberán realizar.

at Redacción Mía

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