Rosa mosqueta: Aliada de la belleza

La rosa mosqueta es uno de los productos más demandados. Además de cremas y ungüentos, hoy en día hay otras novedosas formas de utilizar esta planta con tantos beneficios para la salud y belleza, como por ejemplo, ingerirlas en cápsulas, en formato té y disoluciones en polvos para líquidos.

Se trata de un arbusto silvestre repleto de espinas que dan unas flores rosadas y blancas. La planta tiene un fruto rojizo con forma ovalada que desarrolla cuando sus pétalos se caen. El fruto está repleto de unas enormes semillas (representan el 70% de su peso), y de estas es de donde se extrae el aceite, considerado como uno de los mayores regeneradores para la piel.

Los beneficios de este aceite son el alto contenido en ácidos grasos esenciales poliinsaturados linolénico y linoleico, ácidos grasos que están directamente relacionados con la síntesis del colágeno. Además, tiene un alto índice de vitamina C.

Sus beneficios:

Hidrata en profundidad.

Buena para resfríos y mucosidades.

Retarda la oxidación celular.

Previene las estrías.

Es una potente regeneradora, ayuda en el proceso de cicatrización, y por lo tanto, minimiza las marcas en la piel (atención: no debe aplicarse en casos de acné).

También ayuda a tratar quemaduras y úlceras en la piel.

Nutre en profundidad, ayuda a reparar la piel y a combatir las arrugas y líneas de expresión.

Suaviza y reduce las manchas, favoreciendo un tono uniforme.

Previene el envejecimiento prematuro, gracias a su poder antioxidante, reduciendo el estrés oxidativo de la piel.

Favorece la elasticidad y firmeza de la dermis, ya que mejora la síntesis de colágeno. Es recomendable para aquellas mujeres embarazadas donde las estrías, aunque temporales, pueden aparecer en abdomen, caderas y pechos.

A pequeña escala, la rosa mosqueta juega un rol diurético y laxante. En concreto, una infusión que se haya elaborado únicamente con los pétalos de la rosa mosqueta es recomendable para tomar en ocasiones como agente limpiador del aparato excretor y purgante.

Cómo se utiliza:

En el caso de ser amante de las infusiones, el té de rosa mosqueta es un instrumento muy interesante para reforzar los mecanismos de defensa del organismo contra las enfermedades.

Para utilizar el aceite de rosa de mosqueta se recomienda aplicar unas gotas sobre la piel, masajeando con movimientos circulares durante 2 a 3 minutos hasta que se haya absorbido completamente en la piel. El aceite puede aplicarse de 1 a 2 veces al día, principalmente en las zonas resecas o con cicatrices, estrías arrugas o con líneas de expresión, por ejemplo. En cicatrices antiguas ya no tienen utilidad.

Se presenta también en cápsulas (se aconseja tomar 2 o 3 por día) y en perlas de gel que contienen medio gramo de aceite de rosa mosqueta. Siempre, ante cualquier duda para su consumo, consultar previamente con el médico

at Redacción Mía