El pelo: si está limpio y sin caspa es un buen síntoma de salud. Cuando el gato empieza a descuidar su higiene personal, es porque no se encuentra bien. La caspa en exceso suele ser un aviso de estrés. Se debe consultar de inmediato al veterinario si e lame compulsivamente en una determinada zona, presenta áreas de calvicie, se rasca mucho o se le cae el pelo.
Tos de las perreras, el mal de las guarderías
Las orejas: suelen estar limpias, con un tono rosado e el interior. Si aparecen manchas negras dentro de las orejas o cara, se rasca mucho el cuello, la cabeza y toda la zona de alrededor de las orejas.
Naríz y ojos: hay razas, como el persa, que suele tener lagañas negras constantemente, que requieren limpieza. Si se torna blanca, amarillenta o verdes- acompañadas o no, con ojos llorosos y mocos-, se lo debe llevar de inmediato al veterinario.
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El cuerpo del gato está formado y preparado para cazar, correr, salta hacer movimientos muy rápidos con una tremenda agilidad. Un gato sano debe poder moverse con facilidad, saltar a una mesa o a un mueble más alto y poder bajar con precisión. Si no puede realizar esto es una señal de que su salud no anda bien.
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