La revista especializada PC go informa que toda la moderna tecnología de los smartphones no sirve de nada si se comete uno de los siete errores típicos al tomar una selfi:
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Disparar desde abajo arruina las fotos: enormes fosas nasales, doble mentón y cosas peores. Las buenas selfis son tomadas desde arriba. El teléfono debe ser sostenido un poco por encima del nivel de los ojos para obtener así una buena perspectiva.
La luz desde arriba: como es típico en los interiores, arruina los autorretratos rápidos creando sombras oscuras bajo los ojos o la nariz. Es mejor si la luz diurna viene de frente, por ejemplo, de una ventana. Se recomienda girar la cabeza ligeramente para que todo el rostro se ilumine armoniosamente. En el exterior, sin embargo, es importante evitar la luz solar frontal para que las zonas de la frente y las mejillas no estén sobreexpuestas.
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Poca distancia: si se sostiene el móvil demasiado cerca de la cara, las proporciones de los rasgos faciales saldrán distorsionadas, especialmente en la zona de la nariz. Además, la cámara captura sin piedad detalles no deseados, desde granos hasta pelos en la nariz. La regla de oro: el brazo extendido es la distancia correcta.
Falta de naturalidad: una expresión facial natural es fundamental a la hora de tomar una selfi. Una sonrisa forzada o una risa exagerada tienden a arruinar la foto. Lo mejor es poner una sonrisa amistosa y simpática, que por supuesto funciona mejor cuando se está de buen humor.
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No apuntar la mirada hacia el sensor de la cámara: Grave error. Quien pulsa el botón del obturador mirando la vista previa de la foto en pantalla, tendrá que repetir la toma. Para lograr el efecto de estar presente y dar al que la mira sensación de cercanía a través del contacto visual, hay que mirar directo al sensor de la cámara.
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Selfis en el espejo: si bien son muy populares porque permiten usar la cámara principal del móvil, no deben convertirse en regla. Cuando se está frente al espejo, y mirando al espejo, no se pueden corregir ni la composición de la imagen ni la incidencia de la luz en la pantalla. Además: el dispositivo casi siempre se ve en la foto.
Exagerado uso del flash: las sombras que proyectan los flashes de los smartphones no son halagadoras para ningún rostro. Si la cámara frontal usa la pantalla grande como flash, el resultado puede ser mejor. Así y todo: no hay como la luz natural que ilumina uniformemente el rostro.
BONUS TRACK:
¡Cuidado con el fondo!
Volteá y revisa el fondo. Sé consciente de las intersecciones potencialmente extrañas, como un haz de luz o un árbol que pareciera salir de tu cabeza.
El módo ráfaga:
Un gran aliado es el modo ráfaga de algunos celulares, pues su capacidad de disparo continuo te da la opción de poder realizar diferentes tipos de poses fotográficas, no solo el típico sonreír.
at Redacción Mía
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