Mi vida estaba organizada: una profesión que me encantaba, el proyecto de armar una familia y el sueño de tener, algún día, un emprendimiento propio. Hasta que pasó lo inesperado. Con un embarazo de seis meses, se anticipa el nacimiento de Sofía que llegó apuradísima, sin tiempo para nada. No tenía ni idea de lo que me esperaba. Fueron seis meses en neo. Una montaña rusa de desafíos a superar, tanto Sofía como yo", cuenta Daniela Briñón a revista Mía.
El tiempo y la maternidad
"Su primer año en casa transcurrió entre diagnósticos demoledores, terapias, nuevas internaciones y grandes discusiones con la obra social que no cumplía. De a poco, me dí cuenta de que Sofy tenía grandes dificultades y de todo tipo. Pero salimos adelante. Porque apareció su sonrisa y con ella, también la mía", agrega Daniela contando el momento en que nació su hija de forma prematura y tuvo el diagnóstico médico de encefalopatía crónica no evolutiva (ECNE).
El origen del emprendimiento:
En 2013, cuando nació Sofy, Daniela Briñón se encontró con un panorama desconocido ante el diagnóstico médico. También notó que no era la única que necesitaba un espacio de contención. Ese fue el inicio de la comunidad online Zona de Sentidos, una tienda de juguetes y herramientas para chicos con discapacidad y al mismo tiempo una comunidad de experiencias compartidas para los padres, que fue declarada de interés legislativo por la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires.
“Me pareció vital contar con un espacio de información y contacto entre familias de chicos con discapacidad porque ingresar en este recorrido a ciegas es muy complejo y agotador”, cuenta sobre el proyecto.
En estos años, Zona de Sentidos se convirtió en un espacio de acompañamiento e información en el que padres de niños con discapacidad comparten sus historias y experiencias. También significó un cambio para Briñón: su trabajo en un banco pasó de tomarle la mayor parte de sus horas a compartirlo con este proyecto personal, que impulsa y crece cada día, y en el que ella participa como emprendedora y mamá.
Este “espacio para chicos extraordinarios” es una tienda online de juguetes, ayudas técnicas y equipamiento especialmente pensados para niños con discapacidad. A medida que Sofía crecía, Daniela notó que no era fácil conseguir juegos de estimulación y productos de apoyo que los terapeutas sugerían para los chicos.
En Zona de Sentidos se pueden encontrar juguetes y materiales didácticos enfocados en el aprendizaje, la autonomía, la creatividad, la comunicación, la estimulación sensorial, socioemocional y motriz. El primer producto diseñado por la marca fue la caja de texturas, “una herramienta para los chicos que por sus propios medios no
pueden salir a explorar”, según su creadora.
El sueño de una vida plena:
Hoy son más de 240 los productos ideados y desarrollados por la marca, entre los que hay, por ejemplo, mordillos, cepillos vibradores, bodies con y sin apertura de botón gástrico, chalecos y mantas de peso, plataforma de balanceo -como una hamaca-, juegos para palpar y adivinar, cuentos con pictogramas y mesas sensoriales.
El proyecto contó con una inversión inicial de $10.000. En la actualidad, tiene facturación anual de $2.000.000 y un
showroom en el barrio de Belgrano.
“Mi sueño es que las familias que tienen niños con discapacidad logren una vida lo más plena posible, que puedan ser felices con la situación de vida que les tocó. Los padres de chicos con discapacidad estamos muy acostumbrados a escuchar diagnósticos demoledores, a recibir malas noticias y a sentir que no hay salida.
En mi experiencia, sé que hay aspectos que no van a cambiar, pero la mirada que tenemos sobre los chicos sí puede modificarse: podemos hacer que lleven una mejor vida, ellos como niños, nosotros como padres y a la vez, impulsar un cambio en la mirada que la sociedad tiene sobre la discapacidad”, cuenta Briñón.
Propuestas para jugar:
Entre los juguetes se encuentra el dominó táctil para personas con baja visión, que ayuda a agudizar el tacto.
Y el Time TImer, en tanto, ejercita la autonomía. Con su uso los chicos aumentan su precisión impulsando la autorregulación. Es un temporizador de 60 minutos. Ideal para aulas y exámenes de estudiantes. Otros juguetes son los pictogramas, cajitas chinas e instrumentos musicales
Daniela Briñón.
at Redacción Mía
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