Resiliencia para afrontar el nuevo mundo
Así como aprendemos a gestionar nuestras emociones, también podemos aprender a entrenar y desarrollar nuestro ser resiliente. De esta forma podremos superarnos y salir adelante.
Por Redacción Mía
Resiliencia es la habilidad de adaptarse y superar situaciones adversas con la absoluta certeza de que saldremos adelante a pesar de todo, y que podemos aprender a potenciar esas habilidades de autosuperación para recuperar rápidamente nuestro equilibrio.
En estos tiempos de pandemia, nos vendría muy bien entrenar a nuestro ser resiliente. Venimos enfrentando no sólo mucho estrés, sino también, incertidumbres, inseguridades e incluso dificultades y situaciones extremas que nadie esperaba ni predijo, y que nos llevó hasta instalar “una nueva normalidad", donde también el miedo, el dolor y el sufrimiento son parte del día a día, porque un implacable virus arrasa con todo y con nada de piedad.
La importancia de este recurso:
Le debemos a nuestro ser resiliente la fuerza y el poder de sobrellevar y hasta de superar, al más letal e invisible enemigo del siglo, que aún con toda su agresividad y ganas de poner al mundo en jaque, no contaba con este preciado recurso llamado resiliencia, que se convirtió en uno de nuestros mejores aliados para responder mejor frente a los desafíos y circunstancias.
Así como aprendemos a gestionar nuestras emociones, también podemos aprender a desarrollar resiliencia, dejando de lado la creencia limitante, que es una condición exclusivamente reservada para unos pocos privilegiados.
Cómo son los resilientes:
Las características más sobresalientes de las personas resilientes son las siguientes:
Autoestima: saben escucharse y observarse. Conocen sus fortalezas y debilidades (autoconocimiento), logran un equilibrio que las hace creer más en sí mismas (autoconfianza), desarrollando más capacidad de superación, obteniendo mejores respuestas y resultados (autocontrol).
Empáticos y sociables: gran capacidad de entendimiento y compasión. Establecen vínculos más saludables y sólidos, en los que pueden apoyarse y contenerse.
Positivos y de buen humor: miran siempre el lado bueno de las cosas, su vaso siempre está medio lleno. Se reconocen en los logros y aprenden de las experiencias.
Son más flexibles y adaptativos: si bien tienen claras sus metas, si es necesario cambiar el plan, lo hacen sin resistencias, adaptándose rápido y fácilmente al nuevo contexto.
Son más tolerantes: ponen a disposición la habilidad de interrelacionarse, consiguiendo minimizar y controlar el efecto de entornos tóxicos o negativos.
Viven en el presente: cultivan el hábito de estar aquí y ahora. Buscan mejorar constantemente, y encuentran la forma de vivir apasionadas, logrando más solidez y seguridad en sus acciones y decisiones. ¿Qué podes hacer para incorporar estos aprendizajes en tu vida e impulsarla?.
Paola Fagil Coach
Master en PNL. Mindfulness
Capacitadora. Mentora y Consultora
@paolafagil.coach
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