Su uso en la cocina es como el de la espinaca. Incluso se pueden combinar ambas verduras en tortillas, cremas y rellenos. (Freepik)

Nutrición

El poder remineralizante de la acelga

Se trata de una hortaliza cultivada desde hace siglos, como lo demuestran griegos y romanos, que hacían abundante uso de esta verdura. Es emoliente, laxante, diurética y rica en vitamina A.

Por Redacción Mía

Abundante en nutrientes: La acelga contiene potasio, sodio, fósforo, hierro, vitamina A y C. Solo hay que mencionar, en su contra, que posee algo de ácido oxálico, por lo que si se es propenso a formar cálculos renales se debe consumir con moderación. Sus hojas, verdes y brillantes, contienen pigmentos con virtudes antioxidantes, lo que unido a su riqueza en betacaroteno y vitamina C ayuda a prevenir el cáncer.

Ayuda a bajar de peso: Es un alimento básico en regímenes hipocalóricos para perder peso. La acelga satisface el apetito con un escasísimo aporte calórico (unas 20 kcal/100 g). De manera que hervidas, rehogadas o aliñadas con aceite y limón, constituyen un excelente plato light.

Antiestreñimiento: Favorece a quienes padecen dificultades en el tránsito intestinal, debido a su riqueza en fibra y a su poder emoliente y suavizante, que regulariza las funciones del estómago e intestino grueso. Estas mismas propiedades digestivas la hacen recomendable en casos de gastritis y hemorroides. Se debe tener en cuenta que, como su volumen disminuye mucho al cocinarlas, pueden calcularse hasta 300 o 400 g de acelgas crudas por comensal.

Fortalece el esqueleto: Gracias a su riqueza en minerales. Es también una fuente excelente de calcio, sobre todo para las personas que no consumen productos lácteos. Al elegirlas, preferir las acelgas firmes y crujientes, sin manchas.

Combate la anemia: Debido a su alto contenido en hierro, y también a la presencia de cobre, ayuda a tratar la anemia ferropénica. Es interesante tener en cuenta que este hierro será mejor absorbido gracias a la vitamina C que ya posee la acelga en abundancia.

Otros usos para la salud:

Una decocción de 25 a 50 g por litro de agua es útil contra las inflamaciones urinarias, el estreñimiento, las hemorroides y las dermatosis.

Por vía externa, las hojas cocidas, hechas papilla, pueden ser utilizadas en cataplasmas sobre las hemorroides, quemaduras, abscesos y forúnculos.

Para reducir al mínimo la pérdida de los nutrientes, cocinarla únicamente con el agua del lavado, sin tapar

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