La sexualidad no tiene género, es libre, y es un derecho al goce, sabiendo que cada persona la expresa y siente como quiere y le haga feliz.
La química del beso, beneficios cuerpo-mente
En Argentina cada vez más adolescentes se autoperciben fuera del binario (la idea de que hay solamente dos sexos, masculino y femenino). ¿Cómo se debe abordar este tema? ¿Qué se debe tener en cuenta al momento de pensar la salud?.
El género es un concepto de la sociología y no de la biología, son las características que pauta la sociedad y que definen lo masculino y lo femenino, y lo que es ser de una forma u otra. Originalmente, este concepto es binario -se es hombre o se es mujer-, lo que llevaba a una persona trans a no tener posibilidad de sentirse identificada, pero también a la discriminación y la exclusión de la sociedad y del sistema de salud.
Los bajones en el estado de ánimo
Vivimos en un mundo en donde lo binario y heterosexual es lo considerado normal y todo lo que se salga de esa norma se patologiza. Incluso, la palabra transgénero -término global que define a personas cuya identidad de género no se ajusta a aquella asociada con el sexo que se les asignó al nacer- es una denominación reciente que surgió a partir de la visibilización de un colectivo que durante mucho tiempo fue considerado como un trastorno o enfermedad.
La construcción del género:
En la mayoría de los casos, la autopercepción se comienza a construir a lo largo de la infancia y se consolidará en la adolescencia. Cuando pensamos en la infancia, las niñas o niños no tienen concepto de género, sino que lo irán formando con toda aquella información que reciban desde el afuera, a través de los juegos y las vestimentas. Eso es lo que se impone y denomina como modelo de género.
Actualmente, gracias al trabajo de los movimientos de padres que acompañan niñeces trans, nos muestran que, si escuchamos a los más pequeños y los dejamos elegir, lo transgénero o lo no binario puede ser observado desde muy temprana edad pudiendo brindar información y soporte a tiempo.
Cómo proceder:
Cuando el niño trans llega a la pubertad, la familia y el pediatra podrán percibir el grado de incongruencia con el sexo biológico, y a partir de allí realizar el acompañamiento necesario y establecer los pasos a seguir.
Lo mas importante es la aceptación y el acompañamiento no invasivo sin intervenciones tempranas. Es posible frenar el desarrollo puberal uno o dos años de manera medicamentosa y en el acompañamiento decidir en qué momento puede ser oportuno iniciar un tratamiento hormonal cruzado (tiene como objetivos disminuir los caracteres sexuales secundarios del género biológico e inducir los del género autopercibido). A veces no es requerido, ya que quizás el adolescente se siente bien solo con el cambio registral y social, su vestimenta y su visión hacia el afuera.
Si fuera necesario iniciar un tratamiento hormonal cruzado, puede comenzarse a los 13/14 años, de manera gradual, con opciones que pueden ser reversibles, con acompañamiento y asesoramiento claro y completo de los cambios y efectos que los tratamientos producirán en su cuerpo (por ejemplo, en la fertilidad). Luego se esperará a la mayoría de edad para realizar los tratamientos quirúrgicos de reasignación de genitales y mamas.
Argentina es pionera en materia de salud transgénero. A partir del año 2012 y con la sanción de la Ley de Identidad de Género (Nº 26.743) ya no es necesario pedir certificaciones ni diagnósticos médicos a las personas que quisieran modificar sus cuerpos y acceder a los tratamientos de manera gratuita por la cobertura médica de salud, tanto pública como de obras sociales y prepagas. Desde ese momento basta solamente con la manifestación de la persona de querer cambiar el género según se autoperciba.
Recomendaciones:
Lo más importante es acompañar con y desde el amor y aceptación el proceso del adolescente. Está demostrado científicamente que la contención familiar es el factor más destacado para mejorar la calidad de vida y evitar así situaciones complejas como la depresión o el abuso de sustancias o consumo de alcohol. Por otra parte, la escuela y la sociedad cumplirán un rol fundamental para evitar la discriminación, el bullying y otros tipos de violencia que solo producen el deterioro de la salud integral de las personas.
Todas las personas tienen derecho a manifestar y expresar su identidad y sexualidad como se autoperciben, a sentir sus cuerpos con libertad, y disfrutar de una vida plena y saludable.
El tratamiento hormonal:
• El término trans abarca a las personas travestis, transexuales y transgénero, y se define como una incongruencia entre el género biológico y el autopercibido.
• En todo el mundo las personas transexuales han sido víctimas de discriminación y marginación, por lo que durante años presentaron condiciones de vida más adversas que la población general. Uno de los factores bien establecidos para mejorar la calidad de vida y el funcionamiento psicosocial de las personas trans es el tratamiento hormonal cruzado (THC).
• Con el fin de facilitar el acceso a la hormonización, varios países sancionaron leyes de identidad de género. En Argentina garantiza la inclusión del THC en el plan médico obligatorio y el derecho a recibirlo con la sola firma del consentimiento informado.
• En general la incongruencia de género se expresa desde la infancia y los pacientes inician el tratamiento en su juventud.
Fuente:
Dra. Sandra Magirena, MN 65130
Miembro de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (sagij.org.ar).
at Redacción Mía
Comentarios