Tenemos que pensar en el adolescente que queremos generar y no en reprimir al joven que no queremos tener. Seguramente preferiremos jóvenes que puedan desarrollarse como personas, como ciudadanos responsables, futuros profesionales o técnicos, que puedan aceptarse a sí mismos y mirar el futuro con esperanza y sin miedo, con voluntad de ser más de lo que hoy son. Lo cierto es que los jóvenes involucrados en hechos de violencia, en conflicto con la ley, no encontraron un sentido mayor a su vida.
El tiempo y la maternidad
Las siguientes son algunas acciones concretas que se pueden llevar adelante para lograr lo que se espera de ellos:
- En el ámbito escolar, cuidar siempre las condiciones edilicias del colegio al que asisten.
- Promover su participación en programas sociales con ancianos y niños en una experiencia que trascienda lo cotidiano de sus vidas.
- Los educadores se deben adaptar al joven y su circunstancia dando una respuesta creativa, proactiva y constructiva. El No del alumno y la resistencia a ciertos aprendizajes, es lo que hace al oficio de enseñar.
- Escuchar al estudiante, tiene mucho para decir en cuanto a cómo quieren y pueden aprender.
- Trabajar con aprendizajes significativos que les permitan relacionarlos con la realidad del mundo en el que están viviendo.
- Respeto por la persona del adolescente y sus necesidades, que no es lo mismo que someterse a él.
- Frente a un problema buscar soluciones alternativas y no quedarse detenido en la causa que lo originó.
- Ayudarle a hacerse cargo de su parte en los problemas haciéndole ver que no son sólo los otros el motivo del mismo y que por ello siempre pueden aprender algo nuevo. No alcanza solo con querer deshacerse de los problemas, sino que es necesario crecer.
- No sirve solo criticar, hay que poder construir.
- Desde la escuela, trabajar con la persona del profesor. ¿Cuáles son sus sueños?¿Qué proyectos le parecen utópicos? e intentar un proceso para implementarlos.
- Descubrir qué es lo que motiva, lo que moviliza al adolescente.
Todo este movimiento que parece estar circunscripto a la educación formal, se inicia en la familia, con los padres, para quienes estas pautas deben ser del día a día y recién luego participará de los mismos el docente desde su lugar.
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