El trigo sarraceno es un súper alimento con grandes beneficios que hoy podemos incorporar a nuestras rutinas de alimentación saludable. Para los bretones, sus beneficios son conocidos desde hace varias centurias.
Vainilla, la superespecia
Su nombre indicaría que se trata de un cereal, pero no es así: el también llamado alforfón es un pseudocereal, como la quinoa o el amaranto, que pertenece a la familia de las polygonáceas como el ruibarbo y la acedera. Fue traído a Europa por los cruzados desde Oriente y, a causa del color oscuro y en referencia al genérico que se usaba para denominar a los pueblos árabes, se le llamó sarraceno. En la actualidad, los mayores productores son China y Rusia, y en menor medida los Estados Unidos, Polonia, Alemania, Canadá, Japón y Francia.
En las tradiciones culinarias se utilizan sus semillas en forma de harina para panificados de todo tipo: en Japón son muy populares los fideos soba, en el norte de Italia se consume la polenta taragna y en los países de Europa del Este una suerte de guiso conocido como kasha.
Membrillo: Una fruta digestiva
Un punto a destacar es que puede reemplazar al trigo común pero sin el aporte de gluten y con muchos beneficios adicionales. Por tal motivo, es un alimento especialmente indicado para los celíacos, las personas sensibles al gluten y para quienes han elegido una dieta libre de esta controvertida proteína vegetal.
Apio, el regulador de la dieta
Siendo rico en vitamina P (deseables flavonoides), en magnesio y fibra, tiene interesantes propiedades nutricionales para prevenir y tratar enfermedades cardiocirculatorias; reduce el colesterol LDL (o malo) y aumenta el HDL (o bueno), protege de los efectos negativos de la hipertensión y fortalece las paredes de los capilares.
La albahaca, un botiquín de sabor
También ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, siendo de gran interés para los diabéticos. Una de las razones es la presencia de D-chiroinositol (DCI), una molécula de la familia de los inositoles que se presenta con baja presencia en los diabéticos: estudios realizados con complementos de DCI por vía oral restauran la sensibilidad de las células a la insulina y la eliminación de glucosa. También hay evidencias de que ayuda en el tratamiento del síndrome de ovarios poliquísticos y para reducir el exceso de peso.
Alcaucil, el gran depurador
La proteína que aporta es muy completa y especialmente rica en el aminoácido lisina -deficitario en los cereales- y en metionina -limitante en las legumbres-, además de triptófano y treonina en cantidades importantes; este es un dato de interés para balancear el aporte proteico en veganos.
A la cocina
Al comprarlo, debemos asegurarnos que no esté húmedo ni sus granos apiñados. En casa, lo conservamos en un frasco de cristal hermético, en un lugar oscuro y seco; si lo hacemos en la heladera, se conserva en buen estado durante un año.
Para cocinarlo, previamente lo dejamos bajo el chorro de agua removiéndolo para quitarle la tierra y alguna sustancia indeseable. La cocción se realiza en dos partes de agua por una de trigo sarraceno, se lleva a ebullición y se continúa a fuego moderado y tapado durante unos 20 minutos. Se conserva refrigerado un máximo de tres días y puede ser utilizado en numerosas recetas dulces y saladas.
Receta
Kasha dulce con frutas
Ingredientes
(para 1 porción)
6 cucharadas de trigo sarraceno cocido. 1 vaso de leche de almendras. 3 higos picados y otro para decorar. Uvas pasas y nueces picadas, a gusto. 1 pizca de sal marina. 1 cucharadita de azúcar tipo mascabo.
Preparación
En una cacerola, poner el trigo sarraceno, la leche de almendras, una cucharadita de azúcar, una pizca de sal marina, los higos en trocitos y las uvas pasas; mantener a fuego mínimo unos 5 minutos hasta que se espese, pero revolviendo para que no se pegue. Colocarlo en un bol, mezclar con las nueces y decorar con el resto de los higos. Comerlo tibio o frío, según el gusto personal.
*www.pablodelai.blogspot.com. Coautor del libro Estimula tu inmunidad natural (Kepler)
14 de septiembre de 2016
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